Por José Piñeiro
El canciller de Austria, Karl Nehammer, se reunió con su par ruso Vladimir Putin en lo que fue catalogado por el jefe de gobierno austriaco como una dura conversación cara a cara. El encuentro se realizó en Novo-Ogariovo, residencia presidencial en las afueras de Moscú.
Es la primera reunión entre el mandatario ruso y un dirigente de la Unión Europea desde que comenzara la guerra en Ucrania. «No se trata de una reunión amistosa«, dijo Nehammer en un comunicado emitido por su oficina, reiterando que esperaba ayudar a poner fin a la guerra o mejorar las condiciones de los civiles.
«La conversación con el presidente Putin fue muy directa, abierta y dura», dijo Nehammer quien reconoció que el viaje, que consideró «una misión arriesgada», es iniciativa suya, de lo que informó tanto a la Unión Europea (UE) como al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con el que se había reunido el sábado en Kiev.
«Hay que hacer todo lo que se pueda para ayudar a la gente en Ucrania a detener la guerra” indicó Nehammer. Por su parte, la Comisión Europea aseguró que, «en principio, para nosotros cualquier esfuerzo para intentar la paz en Ucrania es útil. Estamos a favor de intentar traer paz a Ucrania de cualquier forma imaginable», según su portavoz, Dana Spinant.
Por su parte Nehammer dijo durante su visita a Ucrania que Viena apoyará el endurecimiento de las sanciones «en el marco de la UE mientras la guerra no cese» y advirtió a Moscú que el quinto paquete «no será el último», exigiendo además investigar los «crímenes de guerra« supuestamente cometidos por las tropas rusas en Ucrania, aunque negó el suministro de armamento debido a la neutralidad de Austria, que no pertenece a la OTAN. Además se negó, al igual que Alemania y Hungría, a apoyar la imposiciones de sanciones a las importaciones de gas ruso con el argumento de que esa medida sería muy perjudicial contra la economía nacional.