*** Soldados rusos se habían lanzado en paracaídas sobre Kyiv para matar o capturar a Zelenski y a su familia, revela el presidente ucraniano.
Por José Piñeiro
En una entrevista concedida a la revista Time, el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski reveló que estuvo a punto de ser capturado por las fuerzas rusas el primer día de la invasión a su país. Indicó el mandatario que los invasores intentaron penetrar en la residencia presidencial, en el centro de Kyiv, al menos en dos ocasiones, cuando él y su familia estaban dentro pero fracasaron en su intento.
Zelenski indicó que la madrugada del 24 de febrero se le quedó grabada en la memoria. Tras los primeros bombardeos en Kyiv, que se oyeron antes de que saliera el sol; él y su esposa, Olena Zelenska, fueron a despertar a su hija, de 17 años, y a su hijo, de nueve, a que se prepararan para huir. «Había mucho ruido, se oían explosiones», recuerda Zelenski. Pronto se dieron cuenta de que la capital no era un lugar seguro para quedarse.
El ejército de Ucrania alertó al presidente que los soldados rusos se habían lanzado en paracaídas sobre Kyiv para matarlo o capturarlo a él y a su familia. «Antes de esa noche, solo habíamos visto cosas así en las películas», dijo el jefe de gabinete del presidente, Andriy Yermak.
Tras caer la noche de la primera jornada de la guerra, se produjeron tiroteos en los alrededores del barrio gubernamental. Amigos y aliados llegaron a la calle Bankova para apoyar a Zelenski. «Los guardias dentro del complejo residencial apagaron las luces y trajeron chalecos antibalas y rifles de asalto para Zelenski y al menos una docena de sus ayudantes», dijo Yermak.
Solo algunos de ellos sabían como manejar un arma. Uno era Oleksi Arestovich, un veterano del servicio de inteligencia militar de Ucrania. «Era un absoluto manicomio». «Automáticas para todos».
Paralelamente, llegaron las ofertas de las fuerzas estadounidenses y británicas para evacuar al presidente y a su equipo con el fin de establecer un gobierno en el exilio. Pero Zelenski las rechazó todas: «Necesito munición, no un viaje», dijo a los americanos. También se negó a esconderse en un búnker alejado de la capital. La residencia de la calle Bankova no era segura; se encuentra rodeada de edificios que servirían de perfectos escondites para francotiradores, y situados a la misma distancia que el alcance de una granada.
En vez de buscar refugio, la segunda noche de la invasión, mientras las fuerzas ucranianas luchaban contra los rusos en las calles cercanas, el presidente decidió salir al patio y filmar un mensaje de video en su teléfono que se volvería icónico. Zelenski, ataviado con la camiseta verde militar que viste en casi todas sus apariciones en público, afirmó junto a sus colegas de gabinete que no se irían de Kyiv.
Para entonces, Zelenski ya había entendido que su papel en esta guerra era liderar la resistencia ucraniana desde dentro, con valentía, aunque ello pusiera de los nervios a sus guardaespaldas. Y lanzar un mensaje al mundo. «Entiendes que están mirando”, le dice al reportero. «Eres un símbolo. Debes actuar de la manera en que debe actuar el jefe de estado», puntualizó.