*** Las estimaciones en la prevención de crecimiento para España en 2022 resultaron afectadas por la Guerra en Ucrania y el descontrol en los precios.
Por Casimiro Buenosvinos
La Comisión Europea rebajó hasta el 4% su previsión de crecimiento para España en 2022 motivado al impacto de la guerra en Ucrania y el descontrol de los precios. Esto significa 1,6 puntos menos de lo que había calculado en febrero. Para 2023, Bruselas espera que la economía siga ralentizándose hasta el 3,4% (un punto menos).
Por tal razón, España vuelve a ubicarse como colista de la recuperación en la UE, ya que no alcanzará su nivel de riqueza previo a la pandemia de Covid-19 hasta el tercer trimestre de 2023, en lugar de finales de este año como se había previsto anteriormente.
El Ejecutivo comunitario recortó considerablemente las previsiones publicadas por el Gobierno de Pedro Sánchez hace un par de semanas. La vicepresidenta primera y responsable de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, había calculado una expansión del 4,3% para este año y del 3,5% para el año que viene.
Sin embargo, España crecerá por encima de la media de la eurozona y del conjunto de la UE (2,7% en 2022 y 2,3% en 2023). Entre las grandes potencias europeas, por detrás de España se sitúan Francia (3,1% y 1,8%, respectivamente), Italia (2,4% y 1,9%) y Alemania (1,6% y 2,4%).
La economía española todavía mantenía su impulso a principios de 2022, pero los problemas de suministro y la escalada de las presiones inflacionistas en el contexto de la guerra de Ucrania han vuelto lenta la actividad desde finales de febrero. Como resultado, el PIB apenas creció un 0,3% en el primer trimestre (frente al 2,2% en el último trimestre de 2021). Bruselas espera una desaceleración todavía mayor entre abril y junio (0,1%) debido a la persistencia de «vientos en contra» para el crecimiento.
El regreso del turismo ha sido el principal motor del crecimiento económico desde el verano de 2021 y mantendrá su impulso en 2022, lo que generará una importante contribución de las exportaciones netas al avance del PIB.
La expansión económica volverá a acelerarse durante la segunda mitad del año gracias a una mayor rapidez en la puesta en marcha de los fondos europeos Next Generation y a cierta reactivación del consumo privado. Un consumo apuntalado por la fortaleza del mercado laboral y los ahorros acumulados durante la pandemia.
No obstante, la Comisión señala que el deterioro del poder adquisitivo de los hogares debido a la elevada inflación y a la caída de los salarios reales pesará como un lastre. El resultado es que el consumo privado permanecerá por debajo de su nivel prepandémico al menos hasta 2024.
En todo caso, Bruselas avisa de que dominan los riesgos a la baja en un contexto de elevada incertidumbre. Los precios de la energía han subido en España más rápido que en la mayoría de países de la eurozona. Una escalada adicional podría golpear con dureza la actividad en sectores como el transporte, la construcción y la industria electrointensiva.