*** Según datos de Ecoanalítica, la inflación se mantendrá elevada en América Latina al menos este año y el próximo a unos niveles que será muy difíciles de contrarrestar.
Por Ángela Betancourt
El economista Jesús Palacios Chacín dijo, que según datos de Ecoanalítica, Venezuela tendrá un repunte de precios de bienes importados de 42% para lo que resta de año motivado a aumento de fletes y precios de materias primas.
Palacios indicó que de acuerdo a Ecoanalítica los eventos en Europa del Este y China han presionado aún más los precios de materias primas e importaciones, «y mantendrá la inflación elevada en América Latina al menos este año y el próximo a unos niveles que será muy difíciles de contrarrestar».
Añadió que este panorama crea un dilema en la región, la cual se encuentra en una encrucijada de mantener el crecimiento o buscar estabilidad de precios. «Cabe la pregunta, ¿vale la pena impactar significativamente el crecimiento en la búsqueda de la estabilidad de precios?», dijo.
Agregó que las mayores presiones inflacionarias producto de las disrupciones en cadena de suministros, el aumento de precios de commodities y el efecto de los estímulos en la economía obligaría un ciclo de aumento de tasas.
«En los principales bancos centrales de la región, esto se ha venido cumpliendo en los últimos meses con la idea de contrarrestar la inflación. Sin embargo, al tratarse de un shock externo en commodities (materias primas) e imports (importaciones), no todo se puede combatir con restricción en la política monetaria», indicó.
Acotó que la política monetaria restrictiva se aplica por medio de aumentos de las tasas de interés y recortes en la liquidez, «pero una estrategia muy agresiva de ajuste monetario impactaría la actividad económica de los países». Enfatizó que mientras el período de presiones inflacionarias ocurre, lo más importante será anclar las expectativas de los ciudadanos para evitar otros problemas, como un repunte de salarios, que deriven en inflación persistente, con los costos sociales que implica. «La realidad es que a los niveles de inflación actuales, el incremento de tasas planeado por los bancos centrales parece atrasado a lo que se necesitaría para reducir la inflación de acuerdo a la regla de Taylor, que sugiere que la tasa de interés debería estar cerca de 9-10 %».
Aseveró que «es muy probable» que las autoridades monetarias del mundo «estén dispuestos a tolerar más inflación para no impactar de forma significativa la recuperación de la actividad económica post-pandemia», por lo que advirtió que durante un tiempo «veremos inflación global alta».