*** Horas antes de la masacre en algunos padres habían estado en el sitio del suceso viendo con orgullo cómo sus hijos sostenían sus certificados del cuadro de honor.
Por Pete Romero
El tiroteo ocurrido el pasado martes en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, EE.UU. donde murieron 19 niños y dos maestras es considerado el más mortífero registrado en una escuela primaria estadounidense desde que 20 niños y seis adultos murieron en la escuela primaria de Sandy Hook, en Connecticut, hace una década.
Una familia perdió a dos niñas y una pequeña fue baleada mientras intentaba llamar al 911. Las víctimas tenían entre siete y 10 años.
La policía identificó al atacante como Salvador Ramos, quien fue abatido en la escena del crimen. El joven publicó en Facebook que le dispararía a su abuela y que se dirigía a una escuela, informó el gobernador de Texas, Greg Abbott.
El candidato demócrata Beto O’Rourke fue expulsado de una sesión informativa a los medios de comunicación después de confrontar a Abbott sobre las leyes de armas.
Algunos padres habían estado en la escuela Robb Elementary School horas antes del tiroteo viendo con orgullo cómo sus hijos sostenían sus certificados del cuadro de honor en una ceremonia de entrega de premios. Horas más tarde, tuvieron que volver.
Amerie Jo Garza fue una de las primeras niñas cuya muerte se confirmó. Acababa de celebrar su décimo cumpleaños hacía apenas dos semanas. Le dispararon mientras intentaba llamar a los servicios de emergencia, según declaró su abuela Berlinda Irene Arreola al diario digital estadounidense The Daily Beast.
Amerie era «súper extrovertida» y «muy querida por los profesores», añadió.
Mientras, un miembro de la familia escribió en Facebook: «Por favor, no des ni un segundo por sentado. Abraza a tu familia. Diles que los quieres».
Xavier Javier López, de 10 años, era un gran nadador, según recordó su prima Lisa Garza, de 54 años.
«Era un niño cariñoso de 10 años que disfrutaba de la vida sin saber que esta tragedia iba a ocurrir hoy», dijo.
«Era muy alegre, le encantaba bailar con sus hermanos, con su madre. Esto nos ha afectado a todos».
Uziyah García, de 8 años, era el «niño más dulce que he conocido», destacó su abuelo, Manny Renfro.
Renfro recordó la última vez que había visto a su nieto durante las vacaciones escolares, que aprovecharon para practicar pases de fútbol juntos.
«Era un niño muy rápido y podía atrapar la pelota muy bien», indicó su abuelo. «Había ciertas jugadas que yo hacía, que él recordaba y las hacía exactamente como las habíamos practicado».
«La peor pesadilla»
Eva Mireles, de 44 años, fue la primera maestra cuya muerte fue confirmada. Formada en educación bilingüe y especial, llevaba 17 años enseñando a alumnos de cuarto grado en el distrito escolar de Uvalde.
En una breve biografía publicada en el sitio web del distrito escolar, escribió sobre su afición por correr y hacer senderismo. También señaló que tenía «una familia comprensiva, divertida y cariñosa», formada por su marido, su hija licenciada y «tres amigos peludos».
Según los medios de comunicación, el marido de Mireles, Rubén Ruiz, agente de policía del mismo distrito escolar, había realizado un simulacro de un tiroteo en el instituto de Uvalde hacía apenas dos meses.
Su tía Lydia Martínez Delgado expresó su dolor en un post colgado en Facebook, diciendo que estaba «furiosa porque estos tiroteos continúen». Su prima Cristina Arizmendi Mirelez dijo que «es inimaginable… la peor pesadilla».
La segunda maestra asesinada en el ataque es Irma García, de 46 años, que enseñaba en la escuela Robb Elementary School desde hacía 23 años. Fue nominada como maestra del año por su distrito escolar en 2019. Ella y Mireles llevaban trabajando juntas desde hacía cinco años.
Casada desde hacía 24 años, era madre de cuatro hijos y le gustaba hacer barbacoas con su marido y escuchar música.
Su hijo dijo que un amigo de las fuerzas del orden que estaba en la escena vio a su madre protegiendo a sus estudiantes mientras el pistolero abrió fuego, informó la cadena estadounidense NBC.
Otro miembro de la familia, su sobrino John, escribió en las redes sociales: «Mi tía no lo consiguió, se sacrificó protegiendo a los niños de su clase».
«IRMA GARCÍA ES SU NOMBRE y murió como una HEROÍNA. Era amada por muchos y se la echará mucho de menos».
Las identidades de otras víctimas que se han confirmado con el paso de las horas:
La muerte de José Flores fue confirmada por su tío, Christopher Salazar
La hermana de Tess Marie Mata la despidió en Twitter. «Mi hermosa ángel eres amada muy profundamente».
La tía de Rojelio Torres, de 10 años, dijo: «Estamos devastados y con el corazón roto». «Era una persona muy inteligente, trabajadora y servicial»
El padre de Ellie García dijo que su hija, que tenía 10 años, era «una muñeca y la más feliz de todas».
Eliahana Cruz es otra de las víctimas. Su abuelo le dijo a la cadena ABC que su nieta era una «hermosa niña con mucha energía»
La prima de Navaeh Bravo agradeció a todos por sus oraciones. «Nuestra Navaeh ha sido encontrada. Está volando con los ángeles».
Annabell Rodríguez murió junto a su prima Jackie Cazares. Las niñas eran amigas y compañeras de clase.
La muerte de Jayce Luevanos, de 10 años, fue confirmada por familiares. «Todavía no puedo creer que nunca te volveremos a ver», escribió su tía en Facebook.
Los familiares de Alexandria Aniyah «Lexi» Rubio han confirmado su muerte en las redes sociales. Su prima la describió como una «luz brillante en la vida de todos».
Jailah Nicole Silguero, de 11 años, murió junto a su primo Jayce Luevanos. Su madre escribió en una publicación de Facebook que estaba desconsolada. «Vuela alto niña».
La hermana de Makenna Lee Elrod escribió en Twitter: «Mi hermana pequeña ha sido finalmente encontrada en una sala de clases». «les pido que abracen a sus seres queridos»
Un primo de Maite Rodríguez ha confirmado su muerte en Facebook, llamando a Maite un «ángel hermoso».
Jackie Cazares murió junto a su prima Annabelle Rodríguez. Estaba en cuarto grado. Había hecho su primera comunión hace dos semanas.
El padre de Alithia Ramírez buscó desesperadamente a su hija antes de ser notificado de su fallecimiento.