***Una documentación enviada a la OFAC demuestra cómo Monómeros sigue en la mira de una toma hostil por parte de un competidor que ha contado no sólo con complicidad interna de la compañía para llevarla a la quiebra sino aliados en algunos sectores de la oposición venezolana.
Por Elizabeth Fuentes – El Cooperante
Suman 350 páginas la documentación que envió la poderosa firma de abogados DLA Piper a la Oficinas de Control de Activos Financieros (OFAC) del Departamento del Tesoro para demostrar, con todas las pruebas necesarias, que la empresa Monómeros sigue en la mira de una toma hostil por parte de un competidor que ha contado no sólo con complicidad interna de la compañía para llevarla a la quiebra sino aliados en algunos sectores de la oposición venezolana.
Se trata de una investigación completa y detallada donde evidencian todas las irregularidades que se han llevado a cabo para debilitar a Monómeros, desde la presunta toma hostil que ha tratado de operar una empresa competidora, hasta la serie de impedimentos que algunos políticos de la oposición venezolana han levantado para paralizar la decisión de la OFAC de otorgarle la licencia. Sin esta, Monómeros no podría operar y se produciría una debacle. Debacle que le conviene a la empresa Nitrofert, acusada de intentar la toma hostil, porque si bien se dedica a la fábrica y distribución de fertilizantes, no posee una planta como la de Monómeros, la cual podría ser vendida a precio de gallina flaca si la empresa llegara a declararse en quiebra.
Algunos de los puntos fundamentales de lo enviado a la OFAC (conseguidos en exclusividad por El Cooperante) incluyen:
« 1) A pesar de todas las acusaciones infundadas, Monómeros ha estado dando ganancias. La empresa no estaba en una crisis financiera hasta que se decidió condicionar la renovación de la licencia a la remoción de la actual Junta Directiva, proposición de Voluntad Popular.
2. El Memorándum presentado por la Embajada de los Estados Unidos a los Diputados de la Asamblea Nacional, condicionando la renovación de la licencia OFAC a la aprobación de una resolución por la que se cambia el Directorio de Pequiven y el Directorio de Monómeros, se creó sin consultar a Monómeros, sin visitar la empresa o hablar con sus empleados. Además, en el informe enviado por el Embajador James Story, se señala que fue producido con la ayuda de algunos “expertos venezolanos”, sin embargo sus nombres no aparecen en ninguna parte del documento.
3. El principal alegato de Voluntad Popular para la destitución del Consejo de Administración es que necesitan que se despolitice la empresa, sin embargo, mientras estaban en control de la empresa, estaba más politizado que nunca. Todas las decisiones fueron microgestionadas por Leopoldo López y su grupo político. Los empleados pueden dar fe de esto.
4. A través de ex empleados de Monómeros, se intentó una adquisición hostil que ha sido debidamente documentado por DLA Piper e incluido en la Resolución de la Asamblea Nacional de Venezuela sobre recomendaciones del comité que investiga Monómeros.
5. Los ex empleados de Monómeros y el presidente de la Junta Directiva, Carmen Elisa Hernández escenificó un plan para socavar a Monómeros y fortalecer a Nitrofert, su competidor y proveedor más importante, para conseguir que Monómeros cerrara el negocio y tomar ellos el control de su mercado y clientes.
6. También hay colusión entre el gobierno colombiano y dirigentes de Voluntad Popular para poner en marcha este plan contra Monómeros. La persona de enlace entre el gobierno colombiano y Monómeros, a quien se le asignó un millonario contrato hasta 2029 para brindar servicios logísticos a Monómeros, fue Jorge Pacheco, quien ahora es el vicepresidente de Nitrofert, principal competidor de Monómeros. Igual ocurrió con una ex asesora del presidente Iván Duque, Grace Ximena Noguera, quien es ahora la gerente de relaciones institucionales en Nitrofert. Con ellos hay más de 30 empleados de alto rendimiento de Monómeros que ahora trabajan para Nitrofert.
7. El Gobierno colombiano también se ha involucrado a través de las acciones de la Superintendencia de Sociedades, por información infundada proporcionada por William Otero, ex director financiero de Monómeros. Otero también trabaja ahora para Nitrofert. Cuando decidió poner la empresa bajo la supervisión de la Superintendencia, se socavó aún más la confianza de los clientes y proveedores en la empresa.
Lo cierto es que la no renovación de la Licencia de Monómeros daría lugar a que la empresa cesara sus operaciones de inmediato, causando daños irreparables en el suministro de la cadena alimentaria. Además, 2.000 empleados quedarán desempleados, sin mencionar el daño político que puede sufrir la oposición venezolana, escándalo que puede alcanzar a la Embajada de los Estados Unidos, responsable de no emitir la licencia a tiempo».
Hasta ahora, la discusión sobre el futuro de Monómeros se debate en la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional que responde al gobierno interino y donde se han enfrentado dos posturas, una de ellas liderada por Voluntad Popular y que mantiene el asunto paralizado, aun a sabiendas de que la licencia se vence el próximo 31 de junio y pareciera no haber apuro alguno en llegar a acuerdo alguno.
De hecho, Juan Guaidó envió hoy una respuesta a la Comisión Permanente de Contraloría donde asegura que «nos ha sido imposible seguir adelante con los urgentes y necesarios procesos para asegurar el correcto funcionamiento de Monómeros», ante la negativa del parlamento opositor de aprobar el decreto presidencial relacionado a la restructuración de la empresa.
No obstante, y según el boletín emanado de la oficina de prensa de la AN, la presidenta de la Junta Administradora Ad Hoc de Pequiven, Diana Bracho, dijo en la interpelación a la que fue sometida por la Comisión de Contraloría hoy, que había cumplido con todos los requisitos exigidos por Guaidó para solventar el caso Monómeros -búsqueda de empresas cazatalentos y de empresa de auditoría, entre otras exigencias-, y que «no hubo de mi parte evasión, exclusión e inobservancia de mis funciones», revelando además las cifras históricas de utilidad bruta que había generado la administración de Monómeros el año 2021 (29% superior con respecto de 2020, 6% superior en utilidad operacional y 64% por encima EBIDTA ).
Sin embargo, en ese boletín de prensa se lee textual, «que la funcionaria fue interpelada por cuatro horas y respondió las preguntas de los integrantes de la Comisión. Sin embargo, no fueron completamente satisfactorias ni claras sus respuestas». Algo bastante inusual en un boletín de prensa -por decir lo menos-, opinión que quizás obedece a que Diana Bracho había comunicado a esa misma Comisión, el 1 de junio de este año, que «a pesar de todos los esfuerzos impartidos por la Gerencia y la Junta Directiva de Monómeros, la toma hostil ha generado severas consecuencias como el retardo injustificado del otorgamiento de la licencia de la OFAC, ocasionando que se haya tenido que acudir por parte de Monómeros a la contratación, en Estados Unidos, de expertos y asesores en la materia para canalizar el proceso y enterar a dicha Oficina (la OFAC) sobre el contexto de la situación real de la empresa, comunicación que ha generado que se inicie una investigación sobre el caso de los ataques de pánico económico contra la empresa colombo venezolana».
Toma hostil que los abogados de Monómeros buscan demostrar con esas 350 páginas de documentos que ya fueron recibidos por la OFAC. Toma hostil que no existe, según el diputado José Luis Pirela, integrante de la Comisión de Contraloría y asegura que «es una estrategia de los abogados de Monómeros para defender la permanencia de la Junta Directiva…» la que cataloga de corrupta. Lo dice el mismo diputado que, como muchos recordamos, viajó a Madrid, París, Suiza y Lichtenstein para, presuntamente, defender a Alex Saab. Y así como entonces aseguró que Saab no le pagó nada y que en algún momento iba a develar quién fue el amigo que le regaló ese polémico viaje a Europa – donde lo vimos retratado junto a Luis Parra, José Brito, Conrado Perez o Adolfo Superlano-, Pirela asegura que tiene graves denuncias contra algunos miembros de la junta directiva de Monómeros y promete ampliar esa información con la misma certeza con la que dijo iba a develar el nombre del benefactor que lo envió a gozar un puyero a Europa a cuenta de nada. Y sigue sin decirlo.
Mientras otro diputado de la Comisión, Ismael García, se aferra a cumplir «todos los requerimientos del gobierno de los Estados Unidos» -al que antes llamaba imperialismo yanqui- para referirse a la presunta exigencia realizada por el Embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, de supeditar la aprobación de la licencia OFAC siempre que haya un cambio en la Junta Directiva de Monómeros .»Hay una fecha prevista para la renovación de la licencia OFAC, dijo García, y puede perderse si no se cubren todos los requerimientos», insistió.
De modo que, según esto, quedan sólo 23 días para nombrar una nueva Directiva en Monómeros o la empresa desaparece y cae en manos de quién sabe quién.