* * * Los cancilleres de los regímenes de Rusia y Venezuela se reunieron en Moscú.
Por José Piñeiro
Carlos Faría, canciller de Venezuela, sostuvo una reunión este lunes con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para abordar, entre otros temas, el afianzamiento de la cooperación bilateral frente a las sanciones de Occidente. El encuentro se realizó en Moscú.
Faría indicó en rueda de prensa que el Gobierno venezolano «condena de manera importante la gran cantidad de sanciones que se han interpuesto contra la Federación de Rusia y sus habitantes» añadiendo que los planes tras esas sanciones «no cumplieron sus expectativas y la economía de Rusia sigue adelante, con ciertos inconvenientes, pero disminuido el daño que se quiso ocasionar».
Añadió que la «intención» de las potencias occidentales es «hacer que el conflicto se mantenga», mientras que alabó la «disposición de Rusia» para sentarse en una mesa de diálogo para llegar a un acuerdo que pueda satisfacer los intereses tanto de Rusia como de Ucrania.
«Condenamos la aplicación de esas sanciones ilegales contra cualquier país. Para eso existe la ONU, para atender cualquier problemática y cuando lo considere por cualquiera de sus miembros puede hacer una acción de ese tipo, pero no de esta manera», dijo el funcionario venezolano.
Luego de finalizada la reunión, Rusia y Venezuela acordaron promover proyectos en el área energética, farmacéutica, industrial, de transporte y la colaboración técnica-militar.
Ambos cancilleres ratificaron la voluntad de continuar la cooperación petrolera mediante la aplicación de un acuerdo bilateral frente a las sanciones occidentales. Faría transmitió el agradecimiento del gobierno bolivariano por el apoyo de Moscú “con su mediación en la mesa de diálogo con la oposición venezolana”.
Por su parte, Lavrov celebró “la normalización de la situación en Venezuela; vemos que gracias a la política responsable y competente del Gobierno dirigido por el presidente Nicolás Maduro el país vuelve al camino de un desarrollo sostenido” añadiendo que la economía del país suramericano demuestra su capacidad de resistencia frente a la presión.
Además, subrayó que Moscú y Caracas consideran la congelación de las cuentas de Estados soberanos como «un robo flagrante, al espíritu del Viejo Oeste, así como una violación brutal de los derechos económicos y sociales de los ciudadanos».
Remarcó también que ambas naciones se oponen a los intentos de Occidente de promover el llamado «orden basado en reglas», porque «resucita» las costumbres colonialistas del siglo XIX. Lavrov reiteró que el orden internacional debe regirse por la Carta de la ONU.