***Roy Barreras desata los temores de un gobierno indefinido de Petro.
Por Ángela Betancourt
Uno de los miedos de los colombianos antes de las elecciones con respecto al para ese entonces candidato Gustavo Petro era que, al igual que lo han hecho otros en el continente, pretendiera perpetuarse en el poder.
Ante este panorama, el mismo candidato indicó varias veces -camino a la segunda vuelta- que “Tengan la seguridad de que yo no buscaré la reelección. Creo firmemente que cuatro años son suficientes para lograr grandes cosas y sentar las bases para una transformación en nuestro país”.
Sin embargo, esa promesa siempre ha chocado con sus propias declaraciones, pues el mismo Petro había dicho que para lograr las transformaciones que buscaba el Pacto Histórico se requerían tres períodos presidenciales, y ahora –ya después del triunfo– con las de su vocero más polémico y visible: Roy Barreras.
“Ganó la izquierda democrática y me parece positivo que el presidente Petro esté mandando mensajes de estabilidad, de equilibrio y de moderación, si se quiere, a la otra Colombia que no votó con nosotros”, dijo quien será el nuevo presidente del senado.
Ante la pregunta de cuánto va a durar esa moderación, Roy contestó: “Yo espero que dure 12 años, porque las transiciones toman tiempo. La energética, la del fracaso de la guerra contra las drogas por una posición de derecha que ha sometido a Colombia a la maldición del narcotráfico y que ha fracasado; mientras en las tiendas de Europa y Estados Unidos hoy venden marihuana de todas las maneras, aquí seguimos matándonos. Esa transición hacia la regulación del mercado y la legalización global de las drogas no se hace en cuatro años; la reforma rural integral, tampoco”.
Barreras dijo que cuando Petro termine en cuatro años, espera que le vaya tan bien que el pueblo colombiano le dé continuidad a este frente amplio con otro candidato o candidata.
Gustavo Petro ya se había referido a ese escenario de tres períodos presidenciales en una entrevista que tuvo como candidato donde respondió que “Muchas de las reformas demandan más de un gobierno. Por tanto, el Pacto Histórico tiene que intentar, por medio del voto ciudadano, lograr que el siguiente gobierno profundice estas políticas. Por lo menos tres gobiernos, porque es una transición hacia una era de paz. Yo lo que hago es iniciar, y en eso tienes razón: obviamente no se puede abordar en cuatro años”.
Sobre si la reelección sería la vía para asegurar ese camino, Petro dijo: “Estoy diciendo que el Pacto Histórico es precisamente para que, de acuerdo con la ciudadanía y su voto, puedan otros gobiernos seguir las reformas…”.
Roy Barreras se ha convertido en el más polémico vocero del petrismo. Aunque aterrizó en la campaña del Pacto Histórico de manera sorpresiva, el papel que ha desempeñado evidencia que es el más astuto camaleón de esas toldas. Será el presidente del Senado que tendrá que tramitarle todas las reformas al presidente electo en el llamado primer año, de luna de miel.
El 20 de julio de 2012, Roy Barreras (Cali, 1963) fue elegido presidente del Senado con 79 votos. Dos años antes se había hecho elegir por el partido de La U, número 5 en el tarjetón, “de frente por el presidente” como eslogan, y la promesa de defender el legado de Álvaro Uribe, en apariencia seguro, en manos de Juan Manuel Santos. Que un parlamentario de “provincia” en apenas un lustro pasara de representante con 16.216 votos a presidente del Congreso no es es algo nuevo en Colombia, pero tampoco pan de cada día.
No hay antecedentes de otro dirigente político colombiano que haya jugado “cada campeonato” –o cada elección– con una camiseta diferente, casi siempre la del “primero en la tabla de posiciones” –o en las encuestas–, y sin importar el nombre del director técnico. A todos, Roy Barreras se les ha ofrecido para llevar el brazalete de “capitán” en la cancha de mármol del Capitolio.