*** El secretario general de las Naciones Unidas subrayó la necesidad de que la planta nuclear de Zaporizhia sea una «infraestructura puramente civil».
Por José Piñeiro
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, visitó Ucrania para tratar de rebajar las tensiones alrededor de la planta nuclear de Zaporizhia, ocupada por tropas rusas desde marzo de este año, y para intentar reabrir los caminos del diálogo entre ambas partes.
Guterres habló desde Lviv, donde se reunió con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. «Las instalaciones no deben usarse para ninguna operación militar. Hace falta un acuerdo urgentemente para restablecer la infraestructura puramente civil de Zaporizhia y garantizar la seguridad de la zona».
El alto funcionario insistió en que cualquier ataque contra la central es un «suicidio». Así, respondía al llamado de Zelenski, que había pedido a las Naciones Unidas sus esfuerzos para desmilitarizar la planta nuclear, la tercera más grande del mundo y la mayor de Europa, y que es escenario de disputa militar y retórica desde hace semanas entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, por ahora, la iniciativa se encuentra con la negativa rusa. «Las propuestas de desmilitarizar una zona en torno a la central nuclear de Zaporizhia son inaceptables», sentenció Ibán Nechaev, subdirector del departamento de Prensa e Información del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Además, Rusia lanzó la advertencia de que Ucrania prepara una «provocación resonante» en Zaporizhia, el centro de atención de las últimas semanas y escenario de acusaciones cruzadas entre Kyiv y Moscú para luego «acusar a la Federación Rusa de causar una catástrofe en la central eléctrica».
Pocas horas después, el Ejército ucraniano dio la misma alarma, esta vez respecto a sus contrincantes.
Este cruce acusatorio ejemplifica la dinámica que se sucede alrededor de la planta desde hace semanas: las instalaciones han sido atacadas en varias ocasiones y ambas partes han responsabilizado a su oponente. Ucrania denuncia además que Rusia usa las instalaciones para disparar contra las ciudades cercanas ucranianas.
Todas las partes parecen convencidas de la necesidad de que una delegación internacional visite Zaporizhia para evaluar su seguridad, pero las desconfianzas y las acusaciones cruzadas han impedido que la propuesta avance.
Por ahora, Ucrania, la ONU y Turquía consensuaron unos «parámetros» básicos para permitir la visita de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA por sus siglas en inglés).
El presidente turco se reunió con Zelenski de manera bilateral y luego a tres bandas con Guterres y aseguró tener disposición para hacer «esfuerzos para acabar la guerra diplomáticamente». También le ofreció a su homólogo ucraniano «toda la ayuda necesaria» para «reconstruir Ucrania».