*** La inflación anual de EE.UU. se redujo en agosto, pero sigue siendo persistentemente alta.
Por Pete Romero
Según datos aportados por la Oficina de Estadísticas Laborales este martes, la inflación en EE.UU. se redujo en agosto por segundo mes consecutivo, aunque sus números siguen preocupantemente altos.
El Índice de Precios al Consumidor, que mide una canasta de bienes y servicios de consumo, mostró que los precios subieron un 8,3% interanual, una ralentización con respecto al aumento del 8,5% de julio y el repunte del 9,1% de junio. La última vez que la tasa del IPC general bajó en meses consecutivos fue en la primera parte de 2020. En términos mensuales, los precios de consumo subieron un 0,1% respecto a julio.
El menor ritmo de subida anual de los precios se produce junto a una importante baja en los precios de la gasolina, que han disminuido desde los máximos históricos alcanzados en junio.
El IPC subyacente, que excluye las categorías más volátiles como los alimentos y la gasolina, midió un 6,3% en agosto, frente al 6,2% de julio.
Sin embargo, la inflación sigue castigando fuertemente a muchos estadounidenses, especialmente para los de menos recursos. El aumento anual de los precios está muy lejos de donde se encontraba hace 18 meses y de la tasa de inflación objetivo de la Reserva Federal del 2%.
«Esta es una lucha de la que no podemos, ni vamos a alejarnos», dijo el gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, la semana pasada, subrayando el enfoque del banco central en alcanzar su objetivo del 2%.
La Reserva Federal endureció su política monetaria en los últimos meses con el fin de frenar la mayor inflación de las últimas cuatro décadas, aplicando varios incrementos de las tasas de interés de 75 puntos básicos.