Por Francisco Poleo
*** Voluntad Popular no cuenta con los votos necesarios en la comisión delegada de la Asamblea Nacional 2015 para renovar la presidencia interina. En veremos el gobierno interino.
La presidencia interina tiene sus días contados. Lo único por decidir es qué pasará con los activos en el extranjero que son protegidos del remate y/o pillaje al cual podría someterlos el régimen de Maduro.
En este apartado, el de la protección, la oposición tampoco tiene mucho qué decir en vista del desastre de Monómeros.
Personajes ligados a Voluntad Popular dejan caer que Estados Unidos aprobó el presupuesto del gobierno interino para el 2023, que depende de la autorización especial de la Casa Blanca para utilizar los fondos venezolanos congelados en bancos estadounidenses. Se basan en esta renovación para decir que la entidad se mantendrá hasta que hayan «elecciones libres y justas». El propio Juan Guaidó, en gira por Valencia, le aseguró a la periodista Charito Rojas que sólo en ese momento se acabará el interinato.
Sin embargo, la renovación del presupuesto no es más que un acto administrativo de procedimiento.
De hecho, la Casa Blanca ya está al tanto de lo que se viene convirtiendo en un secreto a voces: el interinato termina en los primeros días del 2023. Falta por decidir si solo fenece la presidencia interina o, con ella, cae el gobierno interino también. Ahora, como dijimos, sólo trabajan tanto internamente como con los aliados en conseguir la fórmula que proteja los espacios.
Una opción que se maneja es que el poder del gobierno interino recaiga en la comisión delegada de la Asamblea Nacional electa en 2015. Lo que no continuará, con toda seguridad, es la presidencia interina.
Voluntad Popular no cuenta con suficientes apoyos en la comisión delegada de la Asamblea Nacional 2015 para renovar el mandato de la presidencia interina.
Diferencias en el manejo del poder -incluyendo la gestión de Monómeros- y las inminentes primarias presidenciales hacen que se le de carpetazo definitivo a este asunto.