***La acción es considerada una patada a la mesa de negociaciones que buscaba el fin al conflicto.
Por José Piñeiro
El dictador de Rusia, Vladimir Putin finalmente proclamó este viernes la anexión de las cuatro provincias ocupadas por fuerzas rusas ilegalmente. Con su incorporación de una parte de Ucrania, equivalente al 15% del territorio de la antigua república soviética, Putin echó por tierra las aspiraciones sobre conseguir una paz inmediata y el tan anhelado cese del conflicto.
Luego de realizar los referendos que justificaron la anexión y que fueron rechazados en casi todo el mundo, Putin exigió a Kiev “un alto el fuego inmediato y el regreso a la mesa de negociaciones”, aunque ya ha adelantado que “Rusia no abordará en las conversaciones la devolución de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia”. Lo único que ofrece a cambio el Kremlin es la intención de no emplear sus armas más destructivas.
“Defenderemos nuestra tierra con todas las fuerzas y medios a nuestro alcance y haremos todo lo posible para garantizar la seguridad de nuestra gente. Esta es la gran misión liberadora de nuestro pueblo”, afirmó Putin ante los aplausos de los altos cargos del régimen.
La confirmación de esa adhesión de territorios ucranios, ya anticipada en los últimos días, recibió la condena casi inmediata de la Unión Europea y de Estados Unidos. El movimiento llega apenas unos días después de que la contraofensiva ucrania lanzada en el este del país, el mayor vuelco que ha dado la guerra desde la invasión del 24 de febrero, haya acentuado las debilidades de la estrategia rusa.
Es la segunda vez que Putin anuncia, con tono grandilocuente, una anexión de territorio ante su Gobierno y sus parlamentarios en la sala de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin.
La anexión de Putin coincide con la posible caída inminente de Liman, un nudo ferroviario estratégico para el Ejército ruso situado en la región de Donetsk. Horas antes de la intervención de Putin, su portavoz, Dmitri Peskov, confirmó a la prensa que intentarán controlar al menos las dos provincias en guerra desde 2014.
“Las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk son reconocidas por la Federación Rusa dentro de las fronteras de 2014. En cuanto a los territorios de Jersón y Zaporiyia, aún hay que aclararlo”, dijo el portavoz respecto a esas dos zonas que el Kremlin solo domina parcialmente.
Las autoridades impuestas por el Kremlin en los territorios que controla culminaron el martes sus pseudorreferendos de anexión a Rusia. Para dotar de formalidad a un proceso que no reconocen ni los principales aliados de Rusia (China, la India, Kazajistán o Serbia), Putin firmó en la víspera de esta ceremonia el reconocimiento de independencia de Jersón y Zaporiyia, pese a que sus autoridades son una administración militar impuesta por él mismo. El mandatario ruso se mostró convencido este viernes de que los tratados de anexión serán ratificados por la Duma Estatal y el Consejo de la Federación el próximo lunes y martes.
En esta ocasión, Putin lamentó incluso la existencia independiente de Bielorrusia y Ucrania. “En 1991, en los bosques de Belavezha, las élites de entonces [los Gobiernos de Moscú, Minsk y Kiev] decidieron disolver la URSS sin contar con la voluntad de sus ciudadanos y la gente se vio de pronto aislada de su patria. Esto desmembró a nuestra comunidad, se convirtió en una catástrofe nacional”, dijo el dictador.