*** Tres de cada cuatro británicos se oponen a los recortes fiscales para los más ricos, lo que produjo una caída fulminante de los tories en las últimas encuestas.
Por José Piñeiro
El Gobierno de Liz Truss dio parcialmente ‘marcha atrás’ a su polémico presupuesto que había causado el desplome de la libra, confirmando además que renunciará al punto más criticado de su plan: la rebaja del tipo impositivo para las rentas más altas del 45% al 40%.
Truss se enfrentaba a la oposición frontal de decenas de diputados tories, que habían amenazado con torpedear el presupuesto en el Parlamento, aunque hasta este domingo siguió defendiendo sus planes.
El anuncio lo hizo a primera hora del lunes el secretario del Tesoro Kwasi Kwateng, principal impulsor de la medida, que pidió de paso disculpas por su presencia -el mismo día en que presentó el presupuesto- en una fiesta de financieros y donantes millonarios del Partido Conservador en la City, celebrando el mayor recorte de impuestos del último medio siglo.
Truss y Kwarteng se enfrentan esta semana a las fuertes críticas de sus correligionarios por el ‘patinazo’ del presupuesto, en la conferencia nacional del Partido Conservador que se celebra en Birmingham. Tres de cada cuatro británicos se oponen a los recortes fiscales para los más ricos, lo que ha propiciado una caída fulminante de los tories en las encuestas, a 33 puntos del Partido Laborista.
Tras el abandono del punto más controvertido, Kwarteng declaró que el Gobierno planea seguir adelante con el resto de la agenda de «crecimiento» -como la congelación del impuesto de sociedades y de las cotizaciones de seguridad social, más la supresión del impuesto de beneficios extraordinarios a las eléctricas- pese a las estimaciones de que podría dejar un agujero fiscal de más de 50.000 millones de euros en las arcas del Estado.
En declaraciones a la BBC, Liz Truss admitió que la idea de incluir la rebaja fiscal a las rentas superiores a 180.000 euros anuales había sido del propio Kwarteng. La medida fue introducida en el presupuesto de emergencia presentado hace diez días sin consulta previa del consejo de ministros.
Kwarteng entonó el lunes el mea culpa en una serie de entrevistas con medios británicos, horas antes de su intervención en la conferencia del Partido Conservador. «Admito que la medida ha sido una enorme distracción», declaró el secretario del Tesoro. «Es importante escuchar al país y reconocer que ha sido un error, y hacerlo con humildad y arrepentimiento». De todos modos, Kwarteng restó importancia al impacto del presupuesto minimizando el desplome de la libra y alegando que causó «una pequeña turbulencia». Como Liz Truss en sucesivas entrevistas, el secretario del Tesoro culpó de la «volatilidad de los mercados» a la crisis energética y «la bárbara invasión de Ucrania» de Vladimir Putin.