Las instalaciones de almacenamiento de gas de la Unión Europea están casi llenas, mientras los buques cisterna que transportan gas natural licuado se acumulan en los puertos.
Por José Piñeiro
Los precios del gas al contado se desplomaron brevemente por debajo de cero a principios de esta semana motivado a que Europa tiene tanto gas natural que no sabe qué hacer con él.
Durante meses, funcionarios advirtieron sobre una crisis energética este invierno luego de que Rusia ––que alguna vez fue el mayor proveedor de gas natural de Europa–– bajara los suministros en retaliación por las sanciones que Occidente le impuso tras su invasión a Ucrania.
Ahora, las instalaciones de almacenamiento de gas de la Unión Europea están casi llenas, mientras los buques cisterna que transportan gas natural licuado (GNL) se acumulan en los puertos sin poder descargarlo. Y los precios caen en picada.
Los futuros del gas natural europeo de referencia se desplomaron un 20% desde el pasado jueves y más de un 70% desde que alcanzaron su máximo histórico a finales de agosto.
Este lunes, los precios al contado del gas holandés para entrega en una hora -que reflejan las condiciones del mercado europeo en tiempo real- cayeron por debajo de los 0 euros, según datos de Intercontinental Exchange.
Los precios se desplomaron a negativo debido a una «red sobreabastecida», le explicó Tomas Marzec-Manser, jefe de análisis de gas en Independent Commodity Intelligence Services (ICIS), a CNN Business.
Esto representa un giro enormemente sorprendente para Europa, donde los hogares y las empresas han sufrido aumentos drásticos en el costo de una de sus principales fuentes de energía.
Massimo Di Odoardo, vicepresidente de investigaciones de gas y GNL en Wood Mackenzie, apuntó a que el clima inusualmente templado para esta temporada es en gran parte responsable por este cambio de suerte.
«En países como Italia, España, Francia, estamos teniendo temperaturas y consumo de gas más cercanos a los niveles de agosto y principios de septiembre», dijo a CNN Business. «Incluso en los países nórdicos, el Reino Unido y Alemania, el consumo está muy por debajo del promedio para esta época del año», agregó.
La Unión Europea también preparó reservas sustanciales contra cualquier reducción adicional en el suministro, al surtir las instalaciones de almacenamiento de gas cerca de su capacidad. Las bodegas ahora están casi un 94% llenas, según datos de Gas Infrastructure Europe. Una cifra mucho mayor al objetivo del 80% que el bloque fijo para que los países alcanzaran en noviembre.