Los gobernantes de Colombia y Venezuela firmaron este martes en Caracas una declaración conjunta tras su reunión que marca el inicio de una nueva etapa en los vínculos bilaterales.
Nicolás Maduro y Gustavo Petro abordaron también el fortalecimiento de la cooperación entre la filial de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en Colombia, Monómeros, y la empresa petroquímica venezolana Pequiven, entre otros acuerdos.
También se comprometieron a seguir trabajando juntos en varias áreas, como la economía, el comercio, la migración y la seguridad binacional para avanzar hacia la plena integración.
Petro y Maduro se reunieron en privado durante más de dos horas en el palacio presidencial de Miraflores, en lo que fue el primer encuentro entre ambos tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en agosto, después de casi cuatro años.
La declaración conjunta recoge parte de lo debatido, que, según Maduro, incluyó una amplia revisión de las relaciones comerciales y económicas, así como “nuevos pasos hacia una total y segura apertura de fronteras”, se informó.
El posible regreso de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) también estuvo en la agenda.
Sobre la frontera entre ambos países, cerrada desde 2015 hasta el pasado 26 de septiembre, Petro y Maduro coincidieron en la necesidad de recuperar las zonas del control de las mafias. “La frontera quedó en manos de mafias, de organizaciones multicriminales. Vamos a reconstruir las relaciones que existían, incluso a nivel de inteligencia, para poder golpear a los dueños del capital”, subrayó Petro, quien aboga por resolver todos los problemas existentes de manera conjunta.
El mandatario colombiano también dijo que es “antinatural” que dos países vecinos, como Colombia y Venezuela, se hayan separado, algo que “no debería ocurrir”.
Los dos gobernantes también trataron temas medioambientales y plantearon la posibilidad de llevar una “política común” a la próxima COP27 de Egipto en defensa de la selva amazónica, que consideran “en peligro”, a pesar de ser “fundamental para el planeta”.
Sobre el regreso de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, Maduro dijo que consideraría la iniciativa de Petro. El mandatario colombiano no quiere aparecer ante el mundo como el presidente que legitima irrestrictamente al régimen madurista. No fue hasta que Maduro aceptó hablar de la adhesión a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) -un organismo internacional al que pueden recurrir las víctimas venezolanas que no han recibido un juicio justo en los tribunales locales- que Petro aceptó visitar Caracas.
La CIDH es el organismo encargado de recomendar y promover el respeto de los derechos humanos por parte de los Estados miembros. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se encarga de juzgar a los gobiernos cuando los informes no son suficientes o no han atendido las recomendaciones que se les han hecho previamente. El sistema tiene una comisión como filtro previo a la Corte, que está en Washington.
El régimen de Maduro ha sido ampliamente cuestionado por su falta de respeto a los derechos humanos. Un reciente informe de la ONU concluyó que una red de casas clandestinas en Venezuela torturaba a opositores por orden del Palacio de Miraflores. El informe señala directamente a Maduro como responsable de dar las directrices para cometer estos crímenes de lesa humanidad. El madurismo calificó el informe como un panfleto.
Al aterrizar en el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas, Petro fue recibido por altos funcionarios del régimen venezolano, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y el canciller Carlos Faría.
Petro es el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia y su visita oficial es la primera de un presidente colombiano a Caracas en casi una década. El ex presidente Juan Manuel Santos se reunió con Maduro en 2013, con motivo del funeral de Hugo Chávez.
El líder opositor venezolano Juan Guaidó, considerado por algunos países como presidente encargado de Venezuela, publicó en las redes sociales: “Presidente Gustavo Petro: si en lugar de normalizar una dictadura quiere contribuir a una solución y a la defensa de los Derechos Humanos, puede sumarse a la exigencia de elecciones libres y justas en Venezuela y al proceso para lograr un acuerdo en México.”
Con información de MercoPress.