Martínez sobre retorno del diálogo

Confirman que en próximas horas Noruega hará llamado para reiniciar el diálogo

Luis Eduardo Martínez, diputado a la AN, dijo que en las próximas horas el Reino de Noruega debe hacer pública la convocatoria.

Por Ángela Betancourt

El diputado a la Asamblea Nacional (AN) Luis Eduardo Martínez se refirió este jueves 3 de noviembre al posible reinicio del diálogo en México que llevarán a cabo el Gobierno y la oposición venezolana. 

El parlamentario opositor indicó que «en las próximas horas el Reino de Noruega debe hacer pública la convocatoria» a la mediación para que se concrete el regreso a la Mesa de Diálogo en Mexico. 

«En las próximas horas puede hacerse pública la convocatoria del Reino de Noruega y entonces veremos a una fracción de la oposición y oficialismo sentada en Ciudad de México en una reunión preliminar para entonces comenzar otra vez un diálogo», dijo el también vicepresidente de la Comisión de Diálogo, Reconciliación y Paz de la AN.

Ante esto, exhortó a las delegaciones que digan presente en el reinicio del diálogo, que prioricen los problemas relacionados al tema económico y social para atender a los venezolanos y la crisis que atraviesa la nación.

«Se habla de la posibilidad de liberar 3 mil millones de dólares para la gente para fines humanitarios. Esto no es para los políticos, es para la gente», agregó el parlamentario.  «Lo que importa es resolver los grandes problemas del país«; sentenció al tiempo que rechazó que Venezuela tenga aún 16 mil millones de dólares retenidos en instancias internacionales. 

El parlamentario aragueño llamó, además, a los dirigentes venezolanos para que se establezca un plan país a largo plazo y que el mismo sea con la participación de la oposición, empresarios, emprendedores, academias, iglesias y medios de comunicación social, de todos los sectores.  «Aquí hay que pensar con seriedad en la cohabitación de varios factores», expresó al tiempo que recordó el acuerdo de gobernabilidad del año 1958, el Pacto de Punto Fijo, el cual permitió a los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni que fueran estables «en medio de una situación bien riesgosa