Su postulación también puede tener el objetivo de hacer más difícil o al menos más comprometido su procesamiento por los graves casos que tiene abiertos ante la justicia y el Congreso.
Por Pete Romero
Durante un mitin en Ciudad Sioux, en Iowa, y al ser consultado sobre la posibilidad de lanzarse a las presidenciales estadounidenses del 2024, el ex presidente Donald Trump respondió que «Muy, muy, muy probablemente lo haré otra vez». El ex mandatario subrayó así con mayor énfasis que nunca y a sólo cuatro días de las elecciones legislativas a medio mandato del próximo del martes, el “posible anuncio” que ya había avanzado en ocasiones anteriores.
El objetivo del expresidente es que el país vuelva a ser, dijo, «exitoso, seguro y glorioso». Pero tal vez Trump quiera también hacer más difícil o al menos más comprometido su procesamiento por los graves casos que tiene abiertos ante la justicia y el Congreso como lo son el asalto al Congreso, intentar alterar los resultados electorales, los supuestos delitos de obstrucción a la justicia y contra la Ley de Espionaje que pudo cometer al llevarse de la Casa Blanca y ocultar en su residencia de Florida cientos de documentos clasificados y por haber defraudado al fisco y tratado de engañar a todo el mundo con una contabilidad falsa en los balances de su emporio
Después del mitin en Iowa, fuentes del entorno del líder republicano confirmaron el probable anuncio por su parte de una tercera candidatura a las presidenciales -tras la que le llevó a la Casa Blanca en el 2016 y la que derivó en fracaso en el 2020 aunque él lo siga negando-, y apuntaron la fecha del 14 de noviembre para lanzar la bomba definitivamente.
La clave para que los planes y amagos de Trump respecto al 2024 se sustancien realmente en un anuncio de presentación a la carrera presidencial estaría en el mayor o menor éxito de los candidatos republicanos, y en particular de los que él ha respaldado, en las legislativas del 8 de noviembre.
Las perspectivas son buenas para el partido conservador. Pero, pase lo que pase con los aspirantes apoyados por el expresidente, es seguro que él se apuntará, en su caso, cualquier triunfo republicano: sea en la Cámara de Representantes, en el Senado o en ambos órganos del Congreso.