El Fondo atribuyó estas perspectivas al endurecimiento de la política monetaria provocado por una inflación persistentemente elevada y generalizada y al débil impulso del crecimiento en China, entre otros factores.
Por Pete Romero
El Fondo Monetario Internacional informó recientemente que las perspectivas económicas mundiales son aún más sombrías de lo previsto el mes pasado, basándose en un empeoramiento constante de las encuestas entre directivos de compras en los últimos meses.
El Fondo atribuyó este panorama más sombrío al endurecimiento de la política monetaria provocado por una inflación persistentemente elevada y generalizada, al débil impulso del crecimiento en China y a las continuas interrupciones del suministro y la inseguridad alimentaria provocadas por la invasión de Rusia en Ucrania.
El mes pasado, el banco mundial recortó su previsión de crecimiento mundial para 2023 al 2,7%, frente a una previsión anterior del 2,9%.
En un blog preparado para una cumbre de dirigentes del G20 en Indonesia, el FMI dijo que los recientes indicadores de alta frecuencia “confirman que las perspectivas son más sombrías”, especialmente en Europa.
Los últimos índices de directivos de compras que miden la actividad manufacturera y de servicios señalan la debilidad de la mayoría de las principales economías del Grupo de los 20, con una actividad económica que se contrae mientras la inflación sigue siendo persistentemente alta.
“Las lecturas de una parte creciente de los países del G20 han caído desde un territorio expansivo a principios de este año a niveles que señalan una contracción”, dijo el FMI, añadiendo que la fragmentación global se sumaba a “una confluencia de riesgos a la baja”.
“Los retos a los que se enfrenta la economía mundial son inmensos y el debilitamiento de los indicadores económicos apunta a nuevos retos en el futuro”, dijo el FMI, que añadía que el entorno político actual era “inusualmente incierto”.
Un empeoramiento de la crisis energética en Europa perjudicaría gravemente el crecimiento y elevaría la inflación, mientras que una inflación elevada y prolongada podría provocar subidas de los intereses políticos mayores de lo previsto y un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales.
Esto, a su vez, supondría “un riesgo creciente de crisis de la deuda soberana para las economías vulnerables”, dijo el FMI.
El aumento de los fenómenos meteorológicos severos también perjudicaría el crecimiento en todo el mundo, señaló.