Benzema ausente del Mundial

Dudas y certezas de la lesión de Benzema: una derrota personal con triste final en el Mundial de Qatar

Benzema se derrumbó cuando conoció que tenía una lesión diferente y no podía jugar el Mundial. Es la mayor derrota personal para un jugador con desgaste físico y emocional.

Por Ulises Sánchez Flor – elconfidencial.com

La retirada de Benzema en el Mundial de Qatar es una derrota. Se puede considerar personal en un profesional meticuloso en su preparación física, alimenticia y de descanso. Tiene un factor psicológico por el estrés acumulado durante un largo periodo de tiempo en el que ha estado obsesionado con la cita de Qatar  y el premio del Balón de Oro. Influye, desde el punto de vista de un enorme desgaste y la presión acumulada, haberse exprimido la pasada temporada. Ha habido una mala gestión por parte de la Federación Francesa y su seleccionador, Deschamps, para conocer con exactitud cuál era realmente su situación.

El caso Benzema plantea dudas. Igualmente hay certezas. El delantero tuvo que abandonar la concentración de la selección francesa por una lesión en el cuádriceps de la pierna izquierda tras el entrenamiento del sábado pasado en el estadio Jassim bin Hammad. Se derrumbó. La lesión era nueva, diferente a la que durante meses se volcó para recuperarse. El 6 de septiembre se alarmó cuando sintió unas molestias en la rodilla derecha en el partido que disputó el Real Madrid contra el Celtic  en Glasgow. Los problemas estaban localizados en la pierna derecha, con malas sensaciones por una sobrecarga en el músculo semitendinoso, en la zona de los isquiotibiales. De poner todos los cuidados en la recuperación en esta zona a caer lesionado y perderse el Mundial por los problemas en el cuádriceps de la otra pierna. La recuperación, en plazos, tiempos y el método de entrenamientos, con regresos a los partidos y ausencias, no ha funcionado.

¿Por qué ha tenido tantas lesiones en tan poco tiempo? ¿Forzó para ir al Mundial? ¿Ocultó información de su estado de forma a Deschamps? ¿Le ha protegido el Real Madrid? ¿Cómo ha sentado en la concentración de Francia? ¿Corre más riesgos de una recaída? ¿Tiene que fichar otro delantero el Real Madrid? Son demasiados interrogantes los que surgen en un caso que en el tiempo que ha estado de baja en el Real Madrid se explicó como una baja por fatiga muscular y en Francia permanecían tranquilos e ilusionados por tener al Balón de Oro como principal refuerzo para aspirar a ganar este Mundial.

Desgaste físico

La primera certeza es que Benzema no se estaba reservando para llegar fresco al Mundial de Qatar. Durante su baja, creció la sospecha de que estaba dando prioridad a la selección por delante de los compromisos del Real Madrid. Un error. El origen de los problemas está en el desgaste físico que arrastra en la exigencia de la pasada temporada, donde fue clave para ganar la Liga y la Champions. Karim Benzema solo se perdió siete partidos de 53 la pasada temporada. Apenas entró en las rotaciones, no tuvo descansos. En la actual ya se ha perdido nueve de 21 partidos. Es evidente que el regreso a la selección y la larga temporada con el Real Madrid le pasaron factura. Benzema no tenía problemas físicos cuando estaba apartado por Francia y se dedicaba al cien por cien al Real Madrid.

ás partidos, más presión, menos tiempo de descanso y más exigencia tanto en el Real Madrid como con Francia. Todo un cúmulo de factores negativos para un jugador que tiene 34 años. En la temporada 2019-20 solo se perdió un partido de 49. En la siguiente, seis de 52. En lo físico, ha reventado. Benzema acabó la temporada pasada tieso, necesitó más días de vacaciones y se incorporó más tarde a la pretemporada, ya con el equipo en tierras estadounidenses. El trabajo estaba focalizado en ganar el primer título de la temporada, la Supercopa de Europa contra el Eintracht de Fráncfort. Hasta la lesión en Glasgow jugó los seis primeros partidos de la Liga y el cuerpo le dijo basta.

El proceso de recuperación ha estado marcado por la cuenta atrás y la presión de llegar en buena forma al Mundial de Qatar. La comunicación con Deschamps ha sido constante y la información que tenía la Federación Francesa era que sus problemas no eran graves. Han podido faltar exploraciones, reconocimientos médicos y un seguimiento más cercano por parte de la Federación Francesa. Algo ha fallado entre Benzema y Deschamps. Las ganas del jugador y el seleccionador les han podido hacer caer en la confianza, y lo cierto es que el delantero estaba en una situación de riesgo. En los últimos seis partidos con el Real Madrid antes del parón, solo jugó la última media hora contra el Leipzig en el Bernabéu.

La presión y estrés

El estrés es otro de los factores que apuntan los médicos en los problemas musculares. Benzema encajó mal la lesión en Glasgow, le dolió no poder estar en el derbi contra el Atleti en el Metropolitano, forzó para llegar al Clásico. Estaba obsesionado con el Balón de Oro, pero, sobre todo, con llegar al Mundial con ritmo de competición con el Real Madrid. No se cumplió. El sábado, tras la exploración del médico de la selección, Franck Le Gall, en la clínica Aspetar, tiró la toalla. Se derrumbó. Abandonó la concentración en Qatar para marcharse a Madrid sin despedirse en persona de los compañeros. «Estoy extremadamente triste por Karim, pues hizo de esta Copa del Mundo un objetivo importante», confesó un dolido Deschamps. El seleccionador, en su decepción, decide no convocar otro sustituto.

«En mi vida nunca me he rendido, pero esta noche tengo que pensar en el equipo. Como siempre lo he hecho», es la explicación que dio Benzema. Muy tocado, pero no hundido porque desde el Real Madrid se han propuesto, una vez más, volcarse con su estrella, arroparle, transmitirle la confianza y el apoyo. Decirle que se tiene que recuperar bien y hacerle ver que es importante para los objetivos de la temporada. El club no se plantea el fichaje de otro jugador a la espera de ver cómo evoluciona de aquí hasta finales del mes de enero, que es cuando se cierra el mercado de fichajes de invierno. El periodo de recuperación de la nueva lesión es de, al menos, tres semanas.