Ahorcan manifestante en Irán

Irán ahorca públicamente a un joven acusado de participar en protestas

Un tribunal lo condenó por «odio contra Dios», después de encontrarlo culpable de apuñalar a muerte a dos miembros de la paramilitar Fuerza de Resistencia Basij.

Por José Piñeiro

Irán anunció que ahorcó públicamente a un joven de 23 años, en lo que es la segunda ejecución en menos de una semana vinculada a las recientes protestas antigubernamentales.

Majidreza Rahnavard fue ahorcado el lunes en la ciudad de Mashhad, según informaron las autoridades judiciales.

Un tribunal lo condenó por «odio contra Dios», después de encontrarlo culpable de apuñalar a muerte a dos miembros de la paramilitar Fuerza de Resistencia Basij.

Rahnavard fue ejecutado solo 23 días después de su arresto.

Organizaciones de Derechos Humanos han advertido que los manifestantes están siendo sentenciados a muerte en tribunales ilegítimos sin debido proceso.

La familia de Rahnavard no estaba al tanto de que lo iban a ejecutar, según activistas del colectivo de oposición 1500tasvir.

En un mensaje de Twitter dijeron que la familia recibió una llamada telefónica de un funcionario a las 07:00 horas locales diciéndoles: «Hemos dado muerte a su hijo y hemos enterrado su cuerpo en el cementerio Behesht-e Reza».

La agencia noticiosa judicial dijo que Rahnavard fue ahorcado «en presencia de un grupo de ciudadanos de Mashhad» y publicaron varias fotografías tomadas antes del amanecer supuestamente mostrando la ejecución.

En dos de las fotos, se podía ver un hombre colgado del cable de una grúa.

Mahmood Amiry-Moghaddam, director de la organización Derechos Humanos Irán, con base en Noruega, expresó en Twitter que la sentencia de Rahnavard estuvo basada en «confesiones forzadas, después de un proceso extremamente injusto y un juicio de espectáculo».

«Este crimen deber ser enfrentado con las más serias consecuencias para la República Islámica», dijo, añadiendo que existe un «riesgo serio de ejecuciones en masa de manifestantes».

Las protestas contra el estamento clerical de Irán, lideradas por mujeres, estallaron tras la muerte en custodia de Mahsa Amini, una joven de 22 años que fue detenida por la llamada policía de la moral el 13 de septiembre por supuesamente tener mal puesto su hijab, o velo.