Noruega, Venezuela, Cuba, México y Chile seguirán como países garantes y la Iglesia católica y las Naciones Unidas como acompañantes permanentes de la mesa de negociación.
Por Ángela Betancourt
El gobierno de Colombia y la delegación de la guerrilla del ELN culminaron el pasado lunes en Caracas su primer ciclo de negociaciones anunciando que México será la nueva sede para continuar con los diálogos en enero de 2023.
Además, fueron ratificados Noruega, Venezuela, Cuba, México y Chile como países garantes y la Iglesia católica y las Naciones Unidas como acompañantes permanentes de la mesa de negociación.
Sin embargo ambas delegaciones no anunciaron un cese al fuego bilateral y aseguraron que lo contemplarán más adelante.
En cuanto a la institucionalización de la Mesa de Diálogos de Paz, con el segundo acuerdo se logró elaborar una normativa para potenciar el trabajo. En ese sentido, se adoptaron medidas básicas para el funcionamiento y se establecieron reglas para cada delegación y organismos acompañantes.
«Aspiramos en el siguiente ciclo comenzar a desarrollar los puntos acordados en la agenda anterior”, dijo Israel Ramírez Pineda, el segundo comandante del ELN conocido con el alias de “Pablo Beltrán”.
El pasado 21 de noviembre el Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) reanudaron el diálogo de paz desde Caracas, donde ambas delegaciones se reunieron en el Hotel Humboldt, en presencia de observadores internacionales.
En septiembre de 2018 el gobierno de Iván Duque (2018-2022) los suspendió y condicionó su reanudación a que el ELN liberara a los secuestrados que tenía en su poder y frenara los atentados. En enero de 2019 se cerró definitivamente la negociación cuando el ELN atacó una escuela de policía en Bogotá causando la muerte de 22 personas.