Se desconoce las causas que motivaron el suceso, sin embargo, las especulaciones sobre su estado de salud crecen por momentos.
Por José Piñeiro
Seis periodistas de Sudán del Sur fueron detenidos tras difundirse unas imágenes en las que el presidente de ese país, Salva Kiir, se orinaba en los pantalones durante la celebración de un acto público.
Según denuncia el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), al trascender el video en redes sociales, el Estado africano habría ordenado su arresto como represalia.
Según el CPJ, los profesionales de la información detenidos trabajan para Corporación de Radiodifusión de Sudán del Sur, un medio de titularidad estatal. Los hechos sucedieron el pasado mes de diciembre, no obstante, los periodistas no fueron detenidos hasta este mes de enero.
En las imágenes se puede observar cómo, a medida que transcurre el acto, una mancha cada vez más abundante va oscureciendo el traje de color gris del presidente de Sudán. El séquito del mandatario se queda inmóvil cuando esto sucede, de hecho, se puede observar cómo alguno de los militares presentes en el acto público esboza alguna tímida mueca de incredulidad. Tan irreprimibles fueron sus ganas que, incluso, se forma un pequeño charco de orina a los pies del mandatario; que pese a todo permanece serio, correcto, como si nada hubiera sucedido.
Las imágenes se cortan en lo que parece un forcejeo con los miembros de la seguridad privada del propio presidente. Se desconoce si el material fue requisado a los periodistas al momento y esta filtración se produjo más tarde porque existía una copia de seguridad del video alojada en la nube.
Salva Kiir es presidente desde el año 2005 y cumplirá 72 años en septiembre. En el país, según recogen los medios locales, cada vez existen más dudas sobre si es la persona necesaria para afrontar los retos de uno de los países más pobres del mundo. Está previsto que en 2024 se celebren elecciones presidenciales.
Se desconoce cuáles son las causas que motivaron el suceso, no existe ninguna ‘versión oficial’ de los hechos. Sin embargo, las especulaciones sobre el estado de salud del mandatario crecen por momentos.
Las distintas asociaciones de periodistas del país, que en un principio llegaron a negar la noticia, piden ahora que se aceleren los trámites para conocer si las detenciones responden a una motivación política o, si por el contrario, existe algún otro motivo por el que se han llevado a cabo.
El número de periodistas encarcelados, en cifras de la CPJ, alcanzó el pasado mes de diciembre máximos históricos. «Una cantidad récord de 363 periodistas se encontraban en prisión al 1 de diciembre de 2022, un aumento del 20% con respecto a 2021», recogía la plataforma en su informe anual.
«Los Gobiernos recurren a las represalias judiciales y al abuso del aparato jurídico para castigar a la prensa, por ejemplo, al elaborar leyes con enunciados ambiguos que criminalizan la cobertura periodística basada en los hechos», indica el citado informe.