Como resultado del tiroteo, siete civiles murieron y otros tres resultaron heridos con diferentes niveles de gravedad, según la policía.
Por José Piñeiro
Siete personas murieron este viernes a balazos en un ataque armado en una sinagoga ubicada en un asentamiento judío de Jerusalén, atentado que ha sido celebrado por milicias palestinas como venganza por la muerte el jueves de 10 palestinos por fuerzas israelíes.
Se trata del ataque más mortífero de los últimos años en Israel. «Como resultado del tiroteo, siete civiles murieron y otros tres resultaron heridos con diferentes niveles de gravedad», informó la Policía en un comunicado.
Además de las víctimas mortales, el atacante fue muerto por la Policía después de que se había dado a la fuga. «El terrorista fue neutralizado y después declarado muerto», indicó la Policía.
En Israel, el término «terrorista» suele utilizarse para cualquier agresión cometida por palestinos por motivos nacionalistas, aunque aún no se ha desvelado la identidad del agresor.
Tras el ataque, el movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto la Franja de Gaza, celebró el ataque a través de los altavoces de las mezquitas, pero sin adjudicárselo. También se escucharon disparos al aire en el enclave costero mientras numerosos automovilistas sonaban sus bocinas gritando «Dios es grande».
Este incidente se produce en medio de una escalada del conflicto israelí-palestino.
Este viernes Israel bombardeó la Franja de Gaza en represalia por el lanzamiento de varios cohetes desde el enclave costero, un día después de que diez palestinos murieron en Cisjordania ocupada a manos de fuerzas israelíes, nueve de ellos durante una redada militar en el campo de refugiados de Yenín.