En un reñido sexto choque de la final , los capitalinos se titularon al ir a extrainning para que Castro largara soberbio batazo por la derecha que puso punto final al campeonato.
Con información de LVBP
Harold Castro fue nuevamente el verdugo de sus rivales cuando anoche con soberbio jonrón por el jardín derecho le puso punto y final a la temporada 2022-2023 de la LVBP y le otorgó el título 21 en la historia al conjunto Leones del Caracas, que se impuso 7 a 6 a Tiburones de La Guaira, en el inning 11 de un reñido sexto juego de la Gran Final.
Es primera vez en 77 años de historia de las últimas instancias en el circuito nacional que un equipo alcanza el campeonato con un batazo de vuelta entera para dejar en el terreno al rival, de acuerdo con un dato del comunicador Juan Carlos Arias.
“Tenía esa espinita desde la última vez que había jugado aquí, que no pudimos quedar campeón. Era una espina que en algún momento tenía que sacarme y gracias a Dios fue en esta misma temporada que volví a jugar aquí en mi país. No me había ido del todo bien en el juego, en un turno que me tocó con gente en bases, pero gracias a Dios pude mantenerme concentrado para dar el batazo”, expresó todavía extasiado el gran paladín de la noche caraqueña, mientras celebrara con su gente de la populosa parroquia del 23 de Enero en Catia.
La emoción y la adrenalina propia de un juego decisivo se puso de manifiesto desde el primer inning, cuando La Guaira se le encimó al iniciador Yoimer Camacho, que por primera vez en toda la contienda tuvo que empezar un juego como medida de contingencia tras el club capitalino presentar inconvenientes con la rotación.
Luego de superar el primer escollo que significa Maikel García, Camacho se enredó al admitir tres inatrapables consecutivos, uno de ellos remolcador de Balbino Fuenmayor. Antes, un wild pitch suyo había permitido una anotación en las piernas del veloz Franklin Barreto y la tercera llegó como consecuencia de otro hit, el quinto de la entrada para los salados, este desde la estaca de Wilson García.
Como un balde de agua fría cayó el rally guairista en el dugout caraquista. Los planes fueron saboteados muy pronto. Sin embargo, una vez Yoimer Camacho pudo completar la entrada, sus compañeros de la ofensiva pudieron ripostar de inmediato con dos carreras frente a Erick Leal, el designado por el manager Henry Blanco para la función de abridor, con solo tres días de descanso.
El refuerzo, que venía de una primera y grandiosa aparición como escualo, con seis innings en blanco, no pudo mostrarse igual de eficaz que aquel tercer careo de la serie y entre Harold Castro y José Rondón le endosaron sus dos primeras carreras limpias de la instancia, con sendos imparables.
En la parte alta del segundo, Tiburones ensanchó la ventaja con Ehire Adrianza y su primer vuelacercas de todo el campeonato 2022-2023, sin nadie en circulación. El batazo frente a Norwith Gudiño, volvió a silenciar parcialmente las tribunas, sobre todo las de la izquierda. Sería el mismo Rondón el encargado de poner a vibrar a un Estadio Universitario que lució a reventar. El utility melenudo, que no atravesaba por un buen momento ofensivo, sacó su chapa de Productor del Año a relucir y con un largo cuadrangular de línea por el jardín izquierdo le dio vuelta al score, porque encontró a un hombre en circulación. Un turno antes, Oswaldo Arcia con doblete produjo una rayita. Hasta ahí llegó la actuación de Leal, la más corta para él desde el 8 de diciembre, cuando lanzó solo 1.2 innings ante Cardenales de Lara.
Desde ese punto, el partido entró en terreno de los lanzadores del bullpen y el primero en sacar la cara por el de Leones fue Alfred Gutiérrez, que le tocó asumir el morrito con una situación más que apremiante con las bases llenas y un out en el cuarto episodio, pero logró prevenir el mal con un relevo perfecto en el que ponchó a Franklin Barreto y forzó a Danry Vásquez a rodarla por el campocorto.
El lanzallamas Carlos Hernández y el experimentado Miguel Socolovich transitaron el quinto y el sexto de manera tranquila; no así Ricardo Pinto, quien tuvo que ser socorrido por el estadounidense Sam Bordner para al final salir ileso.
El segundo tercio del compromiso marchó sin mayor movimiento de carreras, hasta que en el séptimo capítulo apareció Danry Vásquez con su estaca y le devolvió las esperanzas a la numerosa afición guairista que se dio cita para alentar a los suyos. El paleador zurdo le dio continuidad a su prolífera ofensiva de postemporada y engarzó un pitcheo del melenudo Ricardo Rodríguez para depositar la pelota en el graderío que abarca la zona central y derecha del feudo de la UCV y llevarse por delante a su compañero Franklin Barreto. Arriba La Guaira 6 a 5. Habría séptimo juego.
Aunque la efusividad del elenco del litoral central fue efímera, porque en el cierre de ese capítulo siete, Leones emparejó las acciones con un rodado del predestinado Juan Carlos Torres con las bases llenas, suficiente para anotar la de la igualdad.
Para las postrimerías del choque, ambos manager usaron sus cartas crédito en cuanto a relevistas refiere y ninguno desentonó. Edubray Ramos y Silvino Bracho, se enfrascaron en un duelo de pitcheo, en el que debieron ir más allá de lo previsto. Con hermetismo, los dos apagafuegos extendieron el careo hasta la entrada once.
Blanco, sin abusar del exceso de trabajo de Ramos, tuvo que entregarle la pelota al joven Johan Belisario en ese undécimo apartado y después de abrirle con dos envíos fuera de la zona de strike a Harold Castro, le tocó retarlo y pagó las consecuencias con el elevado que se fue ceñido por el poste del jardín derecho.
“Nunca dudé de mi equipo. Por eso fue que después del juego cuatro se hizo un meeting e hicimos lo que se tenía que hacer para estar ahora aquí donde estamos celebrando el campeonato”, esbozó el manager José Alguacil
Silvino Bracho con una impecable labor de tres episodios, la más extensa para él en todo el certamen que acaba de finalizar, fue el lanzador ganador.
“Aquí no se planea un juego así tan largo. Pensamos que iba a ser diferente, pero en una final todo este tipo de situaciones pueden ocurrir. Me sentía bien, solo iba inning a inning y traté de economizar los pitcheos y ahí está el resultado. Este triunfo no es mío, es de Leones del Caracas que hizo un excelente trabajo toda la temporada. Yo vine aquí fue a aportar mi granito de arena con mi experiencia y las cosas sucedieron superbién, cada quien puso un poquito de su parte para ganar”, dijo el pitcher zuliano.