Según datos oficiales, el comercio bilateral movilizaba unos 5.000 millones de dólares anuales hasta 2015.
Por Ángela Betancourt
El Gobierno de Brasil está convencido de que la normalización de las relaciones con Venezuela permitirá retomar el comercio entre ambas naciones.
«Existe un sentimiento compartido» en relación al horizonte que se abre al retomar las relaciones diplomáticas, suspendidas desde 2019 por una decisión del entonces presidente Jair Bolsonaro, indicó en rueda de prensa el embajador Flávio Macieira, designado encargado de negocios en Venezuela por el nuevo Gobierno brasileño.
El decreto firmado por Bolsonaro sobre ese asunto fue revocado el pasado 1 de enero, cuando el progresista Luiz Inácio Lula da Silva asumió el poder y ordenó la inmediata normalización de todas las relaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro.
Lula también decidió reabrir la embajada en Caracas, cerrada por la decisión del líder de la ultraderecha.
Según dijo Macieira, quien esta semana regresó de la capital venezolana, la embajada, la sede del consulado general en Caracas y la residencia del embajador están en perfecto estado y se espera que vuelvan a funcionar a pleno en el plazo más breve posible.
«La atención a la comunidad brasileña (calculada en unas 20.000 personas) será la prioridad» en la primera fase, explicó Macieira.
El diplomático dijo que encontró en el Gobierno venezolano «una enorme expectativa» en relación a la retomada de las relaciones con Brasil, que será dada en todos los terrenos, desde el plano político y económico hasta el cultural, como «es natural» entre dos países que comparten una frontera de unos 2.000 kilómetros.
«Será retomado también el diálogo con toda la sociedad venezolana», lo cual incluye a la comunidad de negocios, que tuvo una relación con Brasil muy intensa hasta que en 2016, después de la destitución de la entonces presidenta Dilma Rousseff, se deterioró gradualmente hasta caer a mínimos históricos con la decisión de Bolsonaro, señaló.
Según datos oficiales, el comercio bilateral movilizaba unos 5.000 millones de dólares anuales hasta 2015.
Macieira aseguró que la normalización de las relaciones puede abrir nuevos horizontes para las exportaciones brasileñas, sobre todo en los sectores agrícola y alimentario.