Lula culpó a Bolsonaro del atraso en los pagos y dijo estar seguro de que en su Gobierno esos países pagarán porque son amigos de Brasil.
Por Ángela Betancourt
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este lunes que confía en que Cuba y Venezuela saldarán sus deudas con el banco de fomento brasileño y responsabilizó a su antecesor, Jair Bolsonaro, del atraso de los pagos.
Durante un acto para la toma de posesión del nuevo jefe de la institución financiera estatal, en Río de Janeiro, Lula dijo: «Estoy seguro de que en nuestro Gobierno esos países pagarán porque son todos países amigos de Brasil y con certeza pagarán la deuda que tienen con el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social)».
Lula salió en defensa del banco de fomento brasileño, del que dijo que fue «víctima de muchas mentiras» y «difamaciones muy graves» durante las elecciones en las que salió victorioso frente a Bolsonaro.
Insistió en que el BNDES «nunca dio dinero a países amigos del Gobierno» y sí «financió servicios de ingeniería de empresas brasileñas para proyectos en 15 países de América Latina y el Caribe entre 1998 y 2017».
«Seamos francos, los países que no pagaron, sea Cuba o Venezuela, es porque Bolsonaro decidió cortar relaciones internacionales con esos países para no cobrar y poder estar acusándolos».
Lula también rechazó que durante sus dos primeros mandatos privilegiara en la financiación del BNDES a «media docena de empresas» brasileñas que luego se vieron salpicadas por escándalos de corrupción.
Según los últimos datos oficiales de septiembre del año pasado, las deudas vencidas en financiamientos del BNDES destinados para proyectos de bienes y servicios en Venezuela alcanzaban los 682 millones de dólares, mientras que en Cuba llegaban a los 227 millones.
La financiación del BNDES a obras en otros países de la región, que se otorgaban a las compañías brasileñas que efectuaban los proyectos, fue utilizada como arma electoral de Bolsonaro para atacar a Lula en los comicios de octubre pasado.