Cerca de 35.500 rescatistas turcos trabajan junto a 9.700 brigadistas de otros países, en labores de búsqueda y salvamento.
Por José Piñeiro
Las autoridades de Turquía y Siria continúan luchando para encontrar más sobrevivientes del sismo de magnitud 7,8 que azotó a ambas naciones y que ya lleva más de 36.200 fallecidos, de acuerdo a los balances presentados por ambas naciones este lunes 13 de febrero.
El Ministerio del Interior de Turquía, a través de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), informó que llevan confirmada la muerte de 31.643 personas y 158.165 heridos en las provincias afectadas.
A pesar de que el tiempo se agota para encontrar a gente con vida bajo los escombros, cerca de 35.500 rescatistas turcos trabajan junto a 9.700 brigadistas de otros países, en labores de búsqueda y salvamento.
Uno de sus logros más recientes fue encontrar con vida a Sibel Kaya, una mujer de 40 años que llevaba atrapada 170 horas en los escombros de su vivienda en la ciudad de Gaziantep. A eso se suma que los cuerpos de búsqueda y salvamento hallaron vivo a un bebé 108 horas después del sismo.
Otro de los rescates que han conmocionado a la opinión pública ha sido el de una niña de 10 años de edad en la provincia de Hatay. La menor estuvo 147 horas debajo del edificio en ruinas donde vivía; igual un hombre de 35 años en la misma provincia.
Por su parte, aunque los balances oficiales de Siria muestran poca variación de fallecidos por el sismo, que es un total de 3.574, 2.166 de los cuales se han registrado en las áreas rebeldes; el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rick Brennan, estima que al menos unas 9.300 personas murieron por el evento adverso.
Brennan, quien indicó que los fallecidos serían unos 4.800 en zonas controladas por las autoridades y 4.500 en áreas en manos rebeldes, dijo que aún no hay forma de precisar una cifra más real.
La OMS espera que el director general, Tedros Adhanom, tenga un permiso final para enviar gente al noroeste de Siria y poder asistir a la gente que está en las zonas controladas por rebeldes.
Entretanto, el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, reconoció este domingo que la población del noroeste de Siria ha quedado “abandonada” ante la falta de ayuda internacional para paliar las consecuencias del sismo.