Un grupo de mujeres marchó este 8 de marzo exigiendo al gobierno mejoras salariales, laborales y de condiciones de vida. Líderes sindicales y defensoras de los derechos humanos reclamaron que el Estado junto a sectores de empresariales “han acabado con las ganas de la mujer de pensar en el futuro”.
La movilización partió desde la plaza de Venezuela y tenía como punto de llegada la sede de la Defensoría del Pueblo, en la plaza Morelos de Caracas, sin embargo fue desviada.
Al lugar de llegada acudió un trabajador de la Defensoría, que se identificó como Eliézer Rivas a quien la presidente de la Federación de Colegio de Bioanálistas de Venezuela, Judith León, entregó con varias peticiones entre las que figuran “trabajo sin dolor”, que consiste en beneficiarlas cuando tengan el período menstrual y la exoneración del IVA en los productos de higiene. Las abuelas también levantaron su voz por una pensión decente.
León dijo que también se buscaba “garantizar la protección de esa mujer que se encuentra desprotegida y que luego de la pandemia está más desamparada, porque profundizó la desigualdad en el mundo”.
Por qué importa: Las marchantes enfocaron su protesta solicitando mejoras salariales, laborales y protección a las que se encuentran desprotegidas.
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