El dictador de China, Xi Jinping, llegó a Rusia en un viaje de Estado que tiene como objetivo fortalecer aún más la estrecha alianza entre los dos países en medio de la guerra en Ucrania y el aislamiento ruso por Occidente. Xi se reunió con el líder del régimen ruso, Vladimir Putin, en una visita que el presidente chino calificó como de «amistad, cooperación y paz». Se espera que esta jornada se firme diversos acuerdos entre las respectivas delegaciones de China y Rusia.
China está dispuesta a mantenerse firmemente al lado de Rusia en aras de un «verdadero multilateralismo» y de una «multipolaridad en el mundo», aseguró Xi en declaraciones a los medios. El viaje de Xi a Rusia es el noveno que realiza a este país, y se espera que tenga un impacto positivo en el desarrollo sano y estable de las relaciones chino-rusas.
El viaje de Xi y sus negociaciones con Putin han despertado el temor de Occidente de que Rusia fortalezca sus lazos con China como mercado alternativo y para eludir sanciones tras las informaciones sobre la aparición de un dron chino en el campo de batalla en Ucrania y sobre el suministro de armas a Moscú.