Desde el año pasado, el gobernador de Florida firmó un conjunto de leyes que pusieron fin al distrito especial que regía en los parques y tomó el control por medio de una junta de supervisión.
Publicado en lanacion.com.ar
La disputa entre Ron DeSantis y Walt Disney World parece no tener fin. El conflicto comenzó en marzo de 2022, cuando el entonces director ejecutivo de la corporación, Bob Chapek, expresó públicamente su decepción tras la aprobación del proyecto de ley HB 1557 de Florida, apodado Don’t Say Gay (no digas gay) por sus críticos, mediante el cual se prohibía a los distritos escolares la enseñanza de orientación sexual e identidad de género.
Desde aquel momento, el gobernador de Florida consiguió la aprobación de una ley con la que puso fin a la autonomía virtual de Disney en más de 10 mil hectáreas en el estado. Ahora, la compañía de entretenimiento parece desafiar la situación actual y será la sede de la “conferencia LGBTQ+ más grande del mundo” a fines de año.
Entre el 11 y 14 de septiembre próximos, Out & Equal, un grupo que hace campaña por los derechos de las personas homosexuales, lesbianas y transgénero en el lugar de trabajo, realizará su cumbre laboral de 2023 en el resort.
Se espera que alrededor de 5000 personas asistan a la cumbre, que describió como “el lugar preferido para establecer contactos y compartir estrategias que crean lugares de trabajo inclusivos, donde todos pertenecen y donde los empleados LGBTQ+ pueden crecer”. A fines del año pasado ya se había informado que el próximo encuentro anual se realizaría en Orlando, pero hasta el momento se desconocía la locación.
Hace menos de un mes, DeSantis movió otra pieza en su tablero de juego contra Disney cuando anunció la promulgación de una ley para que el estado retomara el control administrativo y fiscal del territorio del parque de atracciones Disney World, en Orlando, donde el gigante del entretenimiento actuaba como un gobierno local.
“Hoy el reino corporativo finalmente llega a su fin”, expresó el gobernador cuando firmó la nueva ley en el Parlamento estatal. En esa misma oportunidad expresó que la norma acababa con el estatus de autogobierno de Disney y la obligaba a vivir bajo las mismas condiciones que los demás parques temáticos que tienen sede en el estado.
Desde que Disney criticó la prohibición de enseñar temas relacionados con la orientación sexual y la identidad de género en escuelas primarias sin el consentimiento de los padres, el gobernador aceleró su arremetida contra el parque y, en abril del año pasado, eliminó el distrito especial de Disney, conocido hasta ahora como Reedy Creek Improvement District.Tras la firma de una nueva legislación se creó el Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central, el cual no anula el distrito especial, sino que sustituye su directiva. Es a través de este que DeSantis pretendería controlar el futuro de la compañía. De acuerdo con Reuters, “nada en el texto de la norma da a la junta de supervisores autoridad para dirigir el contenido de Walt Disney”.
La junta se reunió por primera vez a principios de marzo y los cinco miembros que designó el gobernador debieron ser aprobados por el Senado del estado.