Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, dijo que Moscú tratará cualquier acción hostil «con dureza y con todos los medios disponibles».
«Luchamos no solo por la seguridad y la vida de los rusoparlantes que viven en los nuevos territorios, no solo para detener las amenazas a nuestra seguridad que se crean justo en nuestras fronteras, sino también para defender la condición de Estado de Rusia», afirmó.
Agregó que Moscú determinará en sus propios términos cómo se va a relacionar con los países occidentales, en caso de que su liderazgo «recupere la sobriedad». También denunció que Occidente «está sumido en una rusofobia cavernícola, sacrificando los problemas flagrantes de sus propias sociedades».
«A pesar de la sucia campaña para cancelar todo lo relacionado con Rusia, seguimos teniendo muchos amigos en todos los países del mundo, incluidos los occidentales», destacó Lavrov, agregando que muchos Estados «aman la cultura rusa» y comparten «los valores morales y familiares tradicionales» que promueve la nación euroasiática.
Por qué importa: Según Lavrov, tres cuartas partes de los países del mundo no apoyan las sanciones antirrusas, «a pesar de la presión, el chantaje y las amenazas sin precedentes y más allá de toda decencia».
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