La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, conocidos como OPEP+, han tomado por sorpresa a la comunidad internacional al anunciar una nueva reducción en la producción de petróleo. La medida busca estabilizar los precios, aunque se espera que esta reducción los haga aumentar notablemente. Esta reducción se suma a la ya anunciada en octubre del año pasado, cuando la OPEP+ anunció una reducción de dos millones de barriles de petróleo diarios hasta finales de 2022, lo que no fue bien recibido en Estados Unidos.
La nueva reducción de la producción de petróleo afectará a países como Riad, Moscú, Kuwait, Irak, Omán y Argelia. Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos defienden la medida como una medida estabilizadora del mercado petrolero, mientras que algunos expertos consideran que esta decisión está lejos de estabilizar los precios del petróleo que podrían tener una subida en el corto plazo.
El futuro a un mes sobre el barril Brent ha subido un 5%, alcanzando los 84 dólares, lo que supone el nivel más alto desde hace poco más de un mes. Por otro lado, el estadounidense West Texas se sitúa por encima de los 79 dólares, también con un ascenso de cinco puntos porcentuales.
La explicación de esta subida, según algunos expertos, es que la participación de los miembros más grandes de OPEP+ sugiere que el cumplimiento de los recortes de producción puede ser más fuerte que en el pasado, lo que se traduce en que los mercados petroleros pueden ver potencialmente alrededor del uno por ciento del suministro mundial de petróleo o más siendo reducido a partir de mayo. Tanto Estados Unidos como los países europeos ven esta decisión con perplejidad y temor por sus consecuencias.