El Real Madrid regaló a sus aficionados una noche de pasión inolvidable al aplastar al Barcelona por un abultado 0-4 en el mismísimo Camp Nou, en una noche en la que la afición culé no esperaba semejante desenlace ni en sus peores pesadillas. El conjunto blanco se clasificó para la final de la Copa del Rey tras un baño indiscutible y con una goleada incontestable que deja huella en la memoria de los aficionados madridistas.
El Clásico copero comenzó con más nervio que arte, más transpiración que inspiración, y Ancelotti sorprendió a todos con el once inicial. El técnico italiano contentó a una parte de la afición con la inclusión de Rodrygo como extremo derecho, pero sacrificó a Camavinga en el lateral zurdo y a Valverde en el pivote, junto a Kroos, con Modric como enganche. A pesar de que el Barcelona dominó el encuentro como había ocurrido semanas antes en LaLiga, el Real Madrid se fue al descanso con ventaja gracias a una contra que comenzó con un paradón de Courtois a remate de Lewandowski y que culminó en un tres contra tres que Vinicius aprovechó para marcar el primer gol del partido.
En la segunda parte, el Real Madrid se agigantó con la pelota y el Barcelona se desvaneció. El conjunto blanco marcó tres goles más en menos de 30 minutos, mostrando un fútbol de altísimo nivel que dejó sin respuesta al conjunto culé. El segundo gol llegó muy pronto gracias a la escapada de Modric, que recibió de Militao en banda derecha y se fue en vertical, amagando pases hasta encontrar el servicio perfecto. Benzema fue el encargado de anotar el segundo gol del Real Madrid con un remate colocado junto al palo que dejó sin opción a Ter Stegen.
Aturdido, el Barcelona se encogió y pagó el precio. Kessie, peleón hasta entonces, cometió un penalti absurdo al pisar a Vinicius, y Benzema se encargó de transformar el tercer gol del partido engañando al portero culé con un remate por la derecha. Con un 0-3 en contra, el Barcelona intentó reaccionar, pero la noche estaba destinada a ser blanca.
El Real Madrid no dio tregua y siguió buscando la portería contraria. Benzema completó su segundo hat-trick consecutivo, tras el de Liga ante el Valladolid, al marcar el cuarto gol del partido. El conjunto culé no pudo hacer nada para evitar la goleada del Real Madrid, que demostró su superioridad en el campo de juego y que logró devolver la afrenta a Xavi en su propio estadio.
En definitiva, una noche inolvidable para los aficionados madridistas, que ven en esta victoria una muestra de la grandeza de su equipo, que una vez más remonta una eliminatoria. El Real Madrid se clasifica para la final de la Copa del Rey, mientras que el Barcelona deberá hacer una seria reflexión tras la dura derrota sufrida ante su máximo rival.