Especialistas y dirigentes políticos coinciden en que el fallo adverso para Venezuela por parte de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) es una consecuencia del abandono de la defensa del Esequibo durante el gobierno chavista, para priorizar los acuerdos geopolíticos con Guyana. Durante su gestión, el expresidente Hugo Chávez se refirió pocas veces al diferendo por el Esequibo, y cuando lo hizo, no fue para defender su soberanía.
En 2004, Chávez viajó a Georgetown, capital de Guyana, en una visita oficial que marcó un cambio en la postura histórica de Venezuela hacia el territorio en disputa. Durante su visita, Chávez se comprometió con el presidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, a no oponerse a proyectos que beneficiaran a los habitantes de la región del Esequibo. A partir de ese momento, el gobierno venezolano adoptó una postura permisiva y tolerante con Guyana, incluso permitiendo el desarrollo de proyectos en el territorio del Esequibo.
Un año después de este viaje, se fundó Petrocaribe, una de las estructuras multilaterales impulsadas por Chávez para consolidar los apoyos geopolíticos regionales a su “revolución bolivariana”. Guyana se sumó a esta iniciativa, lo que reforzó la buena vecindad entre ambos países.
En 2010, Chávez y Jagdeo firmaron acuerdos para el intercambio de arroz, el suministro de urea perlada y combustible jet-A1. Durante la firma de estos acuerdos, Chávez declaró que era necesario priorizar la “buena vecindad” por encima de la defensa del Esequibo. El expresidente enfatizó que el diferendo debía tratarse de manera diplomática entre hermanos y buenos vecinos.
En 2011, Chávez reiteró esta postura en una rueda de prensa, asegurando que el tema de Guyana se manejaba de manera pacífica entre países hermanos y que no había drama ni crisis. Especialistas y dirigentes políticos coinciden en que esta postura permisiva y tolerante del gobierno venezolano durante el gobierno chavista fue una de las causas del fallo adverso de la CIJ en la disputa territorial con Guyana.
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