Por Anaísa Rodríguez – elcooperante.com
Han pasado doce años desde la última elección de autoridades rectorales en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Pero eso cambiará el próximo 26 de mayo porque la casa que vence la sombra celebrará comicios para elegir cargos para el rectorado, vicerrectorado académico, vicerrectorado administrativo y secretaría, además de los decanatos y representantes profesorales ante el Consejo Universitario, consejos de facultad y consejos de escuela. A partir de este lunes, una serie de El Cooperante ofrecerá detalles sobre cada uno de los candidatos al máximo cargo de la institución universitaria y las razones que los llevan a postularse.
Desde el pasado 24 de febrero, inició la convocatoria oficial para las postulaciones. Y si no hay ningún obstáculo o impugnación a las elecciones, el proceso culminará el 7 de julio cuando se proclame a quienes fueron electos en los cuatro cargos principales, que serán juramentados entre el 10 y el 14 de julio de 2023. Entonces se cumplirán once años desde que la actual rectora Cecilia García Arocha espera por entregar el cargo que ocupa desde mayo de 2008, 15 años después de llegar al rectorado.
Enrique López-Loyo
Enrique Santiago López-Loyo nació el 26 de abril de 1966 en el estado Falcón. En 1992, egresó como Médico Cirujano de la Universidad “Francisco de Miranda” -Falcón-; obtuvo una especialidad en Anatomía Patológica del Instituto Anatomopatológico de la UCV en 1998. En 2002, obtuvo su título de Doctor en Ciencias Médicas, de La Universidad del Zulia.
López-Loyo fue incorporado como Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina puesto número 2 (2008-2015). Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina, Sillón XXXI, 2015. Secretario Académico de la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina, Período 2016-2018. Vicepresidente de la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina, Período 2018-2020. Presidente de la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina, Período 2020-2022.
También se desempeñó como presidente de la Sociedad Venezolana de Anatomía Patológica (2003-2005); reelecto para el siguiente período. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Venezolana de Mastología período 2013-2015, reelecto para el período 2015-2017. Vicepresidente 2018-2021, reelecto para el periodo 2021-2023.
En 2006 fue investigador invitado del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Madrid, España, en su Departamento de Mama y Ginecológico. Además, fue profesor de los postgrados de Micología Médica y Vigilancia Sanitaria de Medicamentos con sede en el Instituto Nacional de Higiene (2004-2008). Profesor Honorario de la Universidad de Falcón, 2017. Profesor de la Cátedra de Fisiología Médica en la Escuela de Enfermería de la Universidad Politécnica de las Fuerza Armada Nacional (IUPFAN), 1999-2001. Profesor de la Cátedra de Anatomía Patológica de la Universidad de la Fuerza Armada Nacional (UNEFA). Profesor de la Cátedra de Salud Pública de la Universidad Central de Venezuela (UCV) 2009-2012. Profesor Instructor Contratado y Luego con Categoría de Asistente de la Cátedra de Anatomía Patológica de la Escuela José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela, desde enero de 2018 a la actualidad.
Ha sido asesor de diversos programas del Ministerio de Salud, entre ellos, Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano, Control de Cáncer de Cuello Uterino, Proyecto de Programa Nacional de Vacunación para VPH y Programas de Salud Poblacional en el área de la Oncopatología para medicamentos biológicos. Hasta 2008, fue jefe del Departamento de Patología Comparada del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” en Caracas.
Actualmente es jefe de la Cátedra de Anatomía Patológica de la Escuela de Medicina José María Vargas de la UCV y opta al cargo de rector para el período 2023-2027.
En entrevista telefónica concedida a este portal, el galeno sostuvo que el problema más grande que tienen los ucevistas, tanto estudiantes como trabajadores está vinculado al tema económico.
«El problema que afecta a todos los componentes es la pérdida del poder adquisitivo, sueldos miserables que no cubren ninguna necesidad, se han restringido horarios de trabajo y ha permitido que muchos busquen vías alternas para resolver sus necesidades. Pero no son solo los empleados, profesores y obreros los que padecen esta realidad. Los estudiantes no cuentan con un servicio de comedor robusto y la beca es de apenas cinco dólares. Quienes son preparadores reciben cinco bolívares».
Es esta realidad la que ha mermado la productividad de los procesos de docencia, investigación y extensión. «Nuestro personal viene a trabajar confrontando muchos problemas en su hogar, exhiben signos de desnutrición, viven de la poca ayuda de algún familiar que envía remesas, y se mantienen en pie porque tienen sentido de pertenencia y han entendido que no se debe abandonar estos espacios de lucha», asumió.
En sus palabras, para superar esta dura realidad no se puede creer en fórmulas mágicas, sino más bien en estrategias realistas que no podrá llevar a cabo el nuevo rector o rectora por si solo.
«Requiere de la unión de todos. No hay soluciones mágicas, quien llegue a ser el triunfador no vendrá con cambios inmediatos. Quien piense que está en una carrera de 100 metros se equivoca, este es un maratón con una meta distante y un esfuerzo de largo alcance. Necesitamos un equipo con capacidad de gestión de crisis, que tenga experiencia en luchas y que esté formado por profesores de conocimientos plenos».
López-Loyo visualiza que esto será un período transicional: «hay que implementar estrategias para exigir al Estado la asignación de recursos, la devolución de competencias de administración de recursos y propiciar actividades de financiamiento con entes locales e internacionales».
Es primordial, siguió, que el estudiante ucevista reciba una atención desde su ingreso, recuperar el comedor y el transporte para garantizar el traslado y la permanencia del estudiantado. Fortalecer los programas de atención y orientación vocacional, orientación psicológica y académica a través de la Oficina de Bienestar Estudiantil.
Por tanto, propone brigadas sanitarias para promover jornadas para estudiantes y trabajadores.
«Este proceso electoral es de especial significación y es inédito porque cierra el ciclo más largo conocido de no renovación de autoridades a todos los niveles y porque integra la totalidad de los integrantes de la familia universitaria a renovar. Es una oportunidad, sin duda, en la que podremos fortalecer la participación democrática dentro de la institución. Será el preludio de otros horizontes y por eso, debemos tener clara la responsabilidad de escoger hombres y mujeres con compromiso y que estén conscientes de lo que la universidad necesita», enfatizó.