El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que vigila el despliegue de armas nucleares tácticas del Kremlin en Bielorrusia, pero descartó por ahora una respuesta atómica por parte de la Alianza Atlántica.
Stoltenberg aseguró que el despliegue de armamento en Bielorrusia por parte de Rusia es un «patrón» que se ha repetido desde hace años, pero especialmente desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, aumentó su «retórica nuclear peligrosa e irresponsable» a raíz de la invasión a Ucrania.
El secretario general advirtió que la Alianza está «preparada» para responder cuando sea necesario y recordó que desde 2014 ha implementado «el mayor refuerzo defensivo» desde el fin de la Guerra Fría, aumentando su presencia en el flanco oriental.
El objetivo, dijo, es conseguir que Rusia «no tenga ninguna duda» de que la OTAN protegerá a sus miembros de cualquier amenaza.
Por su parte la subsecretaria del Departamento de Estado de EE.UU., Wendy Sherman, anfitriona de la conferencia, consideró que «no hay duda» de que el despliegue de armamento nuclear ruso en territorio bielorruso supone una «peligrosa escalada» del conflicto por parte de Moscú por lo que «es vital permanecer atentos» a los próximos movimientos.
Por qué importa: La OTAN y EEUU están monitoreando de cerca los movimientos nucleares rusos, considerados como una “peligrosa escalada” en el conflicto de Ucrania.
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