Tras una semana de haber llegado de forma imprevista a Estados Unidos, el dirigente opositor Juan Guaidó se reencontró el lunes 1 de mayo con su esposa e hijas.
Guaidó informó que finalmente pudo sacar a sus hijas de Venezuela luego de recibir amenazas de parte del Gobierno de Nicolás Maduro: “Están sanas y salvas. Llegaron a EEUU (…) gracias al apoyo incondicional de docenas de valientes y honorables personas que las ayudaron a cruzar la frontera”.
Días antes, Guaidó había sido claro sobre sus objetivos tras haber pisado el suelo estadounidense: “Tendré reuniones de trabajo y evidentemente también tiempo de evaluar la situación de seguridad”.
El opositor llegó a Estados Unidos la madrugada del martes 25 de abril. Un día antes tenía intenciones de asistir a la Cumbre de Bogotá, a la que no estaba invitado y tampoco representantes del chavismo. El dirigente afirmó que su viaje a Miami fue casi obligatorio luego de que, presuntamente, el Estado de Colombia lo expulsara: “Eso fue vía telefónica con funcionarios diplomáticos de Colombia. Fue gracias a la mediación de los Estados Unidos que, en mi caso, yo siento que no me deportaron”.
Sin embargo, el presidente colombiano, Gustavo Petro, declaró que Juan Guaidó entró a Colombia de manera irregular porque no selló su pasaporte y que no hubo intenciones de deportarlo, sino que más bien se solicitó a Estados Unidos que el exdiputado viajara a ese país.
Por qué importa: Según Guaidó, su esposa e hijas llegaron a Miami “gracias al apoyo incondicional de docenas de valientes y honorables personas que las ayudaron a cruzar la frontera”.