Turquía se dirige a una segunda vuelta electoral presidencial el 28 de mayo luego de que ningún candidato obtuviera la mayoría absoluta en la votación del domingo. El actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, recibió el 49,49% de los votos, mientras que su principal rival, Kemal Kılıçdaroğlu, recibió el 44,49%.
La elección se consideró como un referéndum sobre los 20 años de gobierno de Erdogan, que se han caracterizado por la agitación económica, la inflación en aumento y la represión de la disidencia. Erdogan ha prometido continuar su «liderazgo fuerte» si es reelegido, mientras que Kılıçdaroğlu se ha comprometido a llevar a cabo una «nueva Turquía» que sea más democrática y próspera.
Se espera que la segunda vuelta sea reñida, con ambos candidatos teniendo posibilidades de victoria. Erdogan tiene la ventaja de la incumbencia y una sólida base de apoyo entre los votantes conservadores, pero Kılıçdaroğlu ha estado ganando terreno en los últimos meses, especialmente entre los votantes jóvenes y las mujeres.
El resultado de la segunda vuelta tendrá un gran impacto en el futuro de Turquía. Si Erdogan es reelegido, es probable que continúe sus políticas autoritarias y consolide aún más su poder. Sin embargo, si Kılıçdaroğlu gana, podría inaugurar una nueva era de reforma democrática en Turquía.
La elección también ha llamado la atención internacional, con muchos países observando de cerca para ver cómo se desarrolla el futuro de Turquía. Estados Unidos ha expresado preocupación por las tendencias autoritarias de Erdogan, mientras que Rusia ha elogiado su liderazgo. El resultado de la elección podría tener implicaciones para las relaciones de Turquía con ambos países, así como con la Unión Europea.
La segunda vuelta electoral del 28 de mayo será un momento crítico para Turquía. El resultado determinará la dirección futura del país y su lugar en el mundo.