AP
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso disolvió este miércoles la Asamblea Nacional y puso fin así al juicio político que estaba en marcha con la intención de destituirlo.
Con la disolución del Parlamento, Lasso podrá gobernar hasta por seis meses por decreto con el control de la Corte Constitucional.
En una cadena de radio y televisión Lasso aseguró que “todos los esfuerzos del Poder Legislativo están enfocados en desestabilizar al gobierno”.
Argumentó que “esta es una decisión democrática no sólo porque es constitucional sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones” y consideró que “ésta es la mejor decisión posible que nos abre el camino para recuperar la esperanza, la tranquilidad”.
Añadió que “este es un nuevo momento para el optimismo”.
Lasso deberá convocar elecciones presidenciales y legislativas. Los ganadores de estos comicios completarán el actual periodo presidencial y legislativo que termina en mayo de 2025.