El dictador chino Xi Jinping y el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, tuvieron un encuentro en Pekín donde el líder chino expresó su esperanza de que la visita contribuya a estabilizar las relaciones entre ambos países.
Xi enfatizó la importancia del respeto mutuo y la sinceridad en las interacciones entre estados y afirmó que ambas partes habían progresado y alcanzado acuerdos en «algunas cuestiones específicas», sin proporcionar más detalles.
Por su parte, Blinken describió su visita a China como «un paso positivo» en la gestión responsable de las relaciones bilaterales, aunque reconoció que aún quedan muchos problemas y desacuerdos por resolver entre las dos superpotencias.
La visita de Blinken es la de mayor rango de un funcionario estadounidense a China desde que Joe Biden asumió el cargo, con el objetivo de revitalizar las relaciones bilaterales.