En una sorprendente serie de eventos, Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo paramilitar Wagner, acusó al Ministerio de Defensa ruso de atacar sus bases y posiciones en Ucrania. El ejército ruso negó rápidamente estas afirmaciones, aumentando las tensiones evidentes entre las fuerzas de Moscú que operan en el país en conflicto.
En un llamado audaz a la rebelión contra el mando militar ruso, Prigozhin aseguró que su milicia cuenta con 25.000 combatientes e instó a sus compatriotas a unirse a ellos. Esta acción parece indicar desacuerdos profundos y crecientes tensiones entre las diferentes facciones rusas que operan en Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informó a la agencia de noticias TASS que el presidente ruso, Vladimir Putin, está al tanto de la situación y está tomando las medidas necesarias en respuesta. El desarrollo de estos eventos será seguido de cerca, ya que podría tener implicaciones significativas para la estrategia y estabilidad militar de Rusia en Ucrania.
Previamente, Prighozin había alertado que la contraofensiva ucraniana estaba siendo exitosa, contradiciendo frontalmente la versión oficial rusa.