El martes 27 de junio, el presidente ruso Vladimir Putin se reunió con el líder de Chechenia, Ramzan Kadyrov, según confirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a la prensa.
En una publicación en las redes sociales, Kadyrov compartió una foto suya con Putin, y escribió que había informado al presidente sobre la «situación socioeconómica» en la república, los «logros» de la región y sus perspectivas futuras.
Sin embargo, Kadyrov no mencionó nada acerca de la insurrección armada de Yevgeny Prigozhin ni el papel de las fuerzas armadas chechenas en la supresión de esta. Prigozhin lanzó su «marcha de justicia» el 23 de junio. Un día después, Kadyrov condenó enérgicamente la rebelión en curso, calificando las acciones de Prigozhin como una «traición despreciable» y una «puñalada en la espalda» al estado. Unas horas más tarde, se vieron formaciones chechenas en camino a Rostov-on-Don, ocupado entonces por las fuerzas de Wagner.
Peskov no proporcionó detalles sobre la agenda de la reunión ni sobre lo que Putin y Kadyrov habían discutido.
No obstante, en una publicación en Telegram, Kadyrov escribió: «Nuestro Presidente Vladimir Vladimirovich Putin tiene una actitud muy respetuosa hacia los musulmanes de nuestro gran y amistoso país. (…) Al final de la reunión, Vladimir Vladimirovich me pidió que transmitiera mis sinceras felicitaciones a todos los musulmanes con motivo de la llegada de la festividad de Eid al-Adha, transmitiendo los deseos de felicidad, bondad, paz y prosperidad». También mencionó que Putin le pidió felicitar a los soldados que sirven en el NMD.