El exgeneral venezolano Cliver Alcalá reconoció en una audiencia en Nueva York que proporcionó lanzagranadas a los líderes rebeldes colombianos Iván Márquez y Rodrigo Londoño Echeverri, también conocido como alias Timochenko, por orden del gobierno de Hugo Chávez.
El 30 de junio, los fiscales federales de Estados Unidos retiraron los cargos de narcoterrorismo contra Alcalá, quien posteriormente se declaró culpable de delitos menores de ayudar a una organización terrorista extranjera.
Alcalá había estado detenido durante más de tres años después de su entrega voluntaria. Bajo los cargos originales, habría enfrentado una sentencia mínima obligatoria de 50 años de prisión si era declarado culpable. Con los nuevos cargos, ya no enfrenta un mínimo obligatorio, según sus abogados defensores.