A 106 ascendió el número de muertos por el incendio en Hawái, el más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo. Se supo que la cifra podría ser mucho mayor, advirtieron este miércoles 16 de agosto las autoridades, quienes han sid criticadas por su gestión.
“Durante los próximos diez días, este número podría duplicarse”, dijo el gobernador Josh Green en una alocución televisada, y añadió que los equipos de rescate han rastreado una cuarta parte de la zona de búsqueda que tenían que cubrir.
El saldo va en aumento a medida que los equipos de rescate con perros entrenados avanzan en sus tareas de búsqueda entre casas y vehículos calcinados.
Solo un 25% de la zona siniestrada ha sido rastreada hasta el momento, explicaron las autoridades el lunes por la noche.
Los rescatistas “probablemente encontrarán de 10 a 20 personas por día hasta que terminen” sus tareas, dijo Green.
En Lahaina, una ciudad costera de 12.000 habitantes en la isla de Maui, el fuego fue tan intenso que hizo fundir el metal.
Los cuerpos recuperados son difíciles de identificar, explicó el jefe de la policía local, John Pelletier. Hasta ahora, sólo tres de ellos pudieron ser reconocidos “por sus huellas”, agregó el oficial, por lo que pidió a los familiares de las personas desparecidas someterse a pruebas de ADN.
Las autoridades se plantean limitar el acceso a Lahaina durante todas las operaciones de búsqueda, por precaución ante posibles productos químicos, y por respeto a los fallecidos.
Las autoridades daban cuenta de 1.300 desaparecidos, según Green. La cifra va bajando a medida que las comunicaciones se van restableciendo de forma progresiva en la isla de Maui y que los habitantes logran ponerse en contacto con sus familiares.
Por qué importa: Las autoridades creen que a medida que transcurran los días, el número de fallecidos se va a ir incrementando.