Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), renunciará este viernes al cargo que ocupaba desde 2018 tras crecer la presión pública sobre su figura a raíz del polémico beso en la boca que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la celebración del título de la Selección en el Mundial femenino de fútbol.
En un principio, Rubiales no se planteaba dimitir, pero el paso de los días le han hecho capitular. Esta misma tarde se acordó su salida tras una reunión con varios barones territoriales.
La posibilidad de que Luis Rubiales dejara la presidencia de la RFEF se aceleró tras la convocatoria de la asamblea extraordinaria prevista para este viernes. Además de la apertura de un expediente disciplinario por parte de la FIFA, las federaciones territoriales, el gran apoyo que siempre había tenido Rubiales, comenzaron a sopesar la renuncia del presidente una vez que la Federacion Vasca anunció públicamente que no acudiría a la cita de este viernes. Todo sumado a la negativa de todos los clubes profesionales a asistir a la cumbre federativa.
Incluso, el propio presidente del Gobierno Pedro Sánchez había exigido su renuncia. “Fue un gesto inaceptable y las disculpas del señor Rubiales no son suficientes; incluso, no son adecuadas. Por lo tanto, debe seguir dando pasos para aclarar lo que vimos en los medios”, había sostenido el presidente del Gobierno.
Por su parte, el Partido Popular, en boca de Cuca Gamarra, también calificó de “bochornosa” la actitud del mandatario federativo y demandó que esta tuviera “consecuencias”.
Por qué importa: Tras la inmensa presión ejercida contra Rubiales, incluso desde la presidencia del Gobierno español, Luis Rubiales dimitirá a su cargo este viernes.