La tormenta mortal que ha asolado España en los últimos días, conocida como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), ha empezado a remitir, pero no sin antes causar una gran tragedia. El desastre ha dejado un saldo de tres fallecidos, tres desaparecidos y miles de incidentes que han colapsado carreteras, inundado hogares y causado crecidas de ríos y problemas en el transporte.
Entre las víctimas se encuentra un hombre de 50 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado en la región de Toledo. El Instituto Armado español también busca desesperadamente a una mujer de unos 50 años que viajaba en su vehículo por la misma región y a otras dos personas desaparecidas en Madrid. Un hombre de 83 años y otro que viajaba con su familia cuyo vehículo fue arrastrado por el río Alberche. Aunque la madre y una hija lograron abandonar el vehículo y un niño de 10 años fue encontrado a salvo en un árbol, el padre aún no ha sido localizado. Además, se busca a otra mujer desaparecida en la localidad toledana de Valmojado.
Las intensas y abundantes lluvias tormentosas han causado un caos generalizado en todo el país. Madrid ha registrado las mayores lluvias acumuladas de toda España y varias regiones, incluidas Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco y La Rioja, continúan en alerta amarilla.
En medio de la desolación, la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, expresó su agradecimiento a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las fuerzas de seguridad, Protección Civil y emergencias a través de un mensaje en las redes sociales, destacando su «civismo y su atención a las recomendaciones de cautela».
La tragedia de la DANA ha dejado una profunda huella de dolor y desesperación en España. A medida que las aguas comienzan a retroceder, el país se enfrenta a la ardua tarea de recuperación y reconstrucción.