Autoridades piden ayuda internacional ante la devastación y el elevado número de víctimas.
El este de Libia enfrenta una situación «catastrófica», según palabras de Osama Hammad, jefe del Gobierno paralelo del este del país, tras el paso del ciclón Daniel que dejó un saldo de más de 2.000 fallecidos y alrededor de 1.200 personas desaparecidas. La ciudad de Derna ha sido el epicentro de la tragedia, con barrios enteros desaparecidos, «llevados por un mar», en palabras de Hammad.
El volumen de las precipitaciones ha alcanzado cifras récord, con más de 400 milímetros por hora, un nivel no visto en las últimas cuatro décadas, según datos del Centro Nacional de Meteorología. Ahmed Amdur, miembro del consejo municipal de Derna, describió una situación desesperada y pidió una intervención internacional «urgente» para salvar a la ciudad, que ahora enfrenta el colapso total de infraestructuras públicas y privadas, junto con el cierre de rutas terrestres.
El Gobierno de Unidad Nacional (GUN), liderado por Abdulhamid Debiba desde Trípoli, ha declarado tres días de luto nacional por las víctimas y prometió indemnizaciones para todos los afectados por la tragedia. Además, se anunció el envío de refuerzos significativos a Derna, incluyendo 50 ambulancias y un equipo médico compuesto por 75 profesionales para apoyar a los hospitales rurales.
Como parte de los esfuerzos de rescate, Mohamed Ismail, jefe de la Compañía de Servicios Generales de Trípoli, afirmó que se han destinado 53 camiones y 10 máquinas pesadas para facilitar las labores en la zona afectada.
La Misión de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) comunicó su preocupación y aseguró estar lista para «brindar apoyo a los afectados».
Después de haber devastado partes de Grecia y Turquía, el ciclón Daniel, que fue degradado a tormenta subtropical el 9 de septiembre, se espera que continúe debilitándose mientras se traslada hacia Egipto, según las últimas actualizaciones del Centro Meteorológico Regional Árabe.
El desastre natural pone en evidencia una vez más la vulnerabilidad de la región frente a fenómenos meteorológicos extremos, uniendo a las autoridades en un llamado desesperado por ayuda internacional para mitigar los efectos devastadores del ciclón en Libia. La comunidad internacional se encuentra ahora en una carrera contra el tiempo para responder a la crisis humanitaria que se desenvuelve en el país norteafricano.