El expresidente brasileño se vio rodeado de críticos durante su salida de un hotel en Nueva York.
Este domingo, las calles de Manhattan fueron testigos de un enfrentamiento verbal entre el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y un grupo de manifestantes de origen brasileño. El incidente tuvo lugar mientras Lula abandonaba el hotel Lotte New York Palace, un lujoso establecimiento ubicado en el corazón de la ciudad.
Los manifestantes no tardaron en expresar su descontento hacia el político, rodeándolo mientras abandonaba el hotel con un séquito de seguridad. El grupo clamaba consignas como “Lula ladrón, tu lugar es la prisión” y le instaba a “ir a Cuba”, referencia clara a las recientes declaraciones de Lula sobre el régimen cubano.
En videos circulando en las redes sociales, se puede observar al exmandatario apresurándose a abordar una camioneta blindada mientras los protestantes continuaban expresando su descontento.
«Lula ladrón, tu lugar es la prisión… vete para Cuba,» se escuchaba entre los gritos del grupo mientras el vehículo se alejaba del sitio.
Este encuentro sucedió solo un día después de que Lula solicitara a EE. UU. y la Unión Europea que levantaran el “bloqueo” impuesto al régimen cubano, un pedido que ha generado una serie de reacciones divididas tanto en Brasil como a nivel internacional.
Hasta el momento, el exmandatario no ha emitido declaraciones respecto al incidente, manteniendo una distancia mediática que genera expectativa y análisis tanto en los medios brasileños como en la arena política internacional.
Con un legado político tan rico como controversial, el ex presidente Lula da Silva se encuentra una vez más en el centro de una tormenta de opiniones divididas, en un contexto político cada vez más polarizado, donde su figura sigue siendo capaz de despertar fuertes emociones y debates acalorados.
Con un trasfondo de tensión creciente y un país dividido en términos políticos e ideológicos, el incidente refleja una vez más que la figura de Lula da Silva continúa siendo un punto de fricción significativo en la política brasileña. Su presencia en Nueva York, y este encuentro, resalta que, aun fuera de su país natal, la figura de Lula da Silva no deja a nadie indiferente