Polémica rodea la semana ministerial de la ONU con una delegación española record en número, liderada por el presidente en funciones Pedro Sánchez.
El panorama político se recalienta, no sólo en la península ibérica, sino también al otro lado del charco donde Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, ha desembarcado en Nueva York en lo que se describe como una «monumental» y «muy numerosa» delegación española, compuesta por un total de 107 personas, una cifra que bate récords de los últimos años. Según fuentes diplomáticas que compartieron detalles con el medio español THE OBJECTIVE, este número representa todas las solicitudes de acreditación presentadas por el ejecutivo ante las Naciones Unidas.
Aunque la comitiva cuenta con figuras destacadas de distintos ministerios, sorprende la ausencia inicial de Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, y de José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, quienes se unirán al grupo el miércoles. En este contexto, un portavoz de la Moncloa reveló que de las 107 personas, 43 viajaron junto a Sánchez, incluyendo personal de protocolo, seguridad y comunicación.
Con la próxima sesión de investidura del candidato de Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a la vuelta de la esquina, y el coste que presumiblemente superará el millón de euros, la visita de Sánchez está bañada de críticas y especulaciones. Recordando el precedente del 2021, donde un viaje similar involucrando a 31 personas costó a las arcas públicas 235.810,97 euros, las estimaciones no parecen descabelladas.
En medio de los números y cifras, se encuentra una agenda apretada para el presidente español, que incluye reuniones con figuras clave como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el presidente estadounidense, Joe Biden. Sánchez también está programado para asistir a varios eventos de alto nivel, enfocándose en temas críticos como la reforma de la arquitectura financiera internacional, la crisis en Ucrania, y asuntos de cambio climático.
En esta estela de eventos, una de las reuniones que está dando de qué hablar es la mesa redonda que España coorganiza junto con Francia y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, un encuentro que promete dar forma a los debates sobre las finanzas internacionales.
Al margen de su apretada agenda con líderes internacionales, Sánchez también participará en eventos organizados por la Cámara de Comercio española en EE.UU y el Grupo Prisa, donde se esperan diálogos sobre la resiliencia y los compromisos climáticos de España.
Mientras algunos critican el tamaño de la delegación y el costo para el erario público, desde el Gobierno se subraya la importancia de la representación española en estos encuentros internacionales, destacando el compromiso con temas globales urgentes y el deseo de transmitir un mensaje de estabilidad y normalidad en medio del actual panorama político.
Con la expectativa de que el discurso de Sánchez ante la Asamblea General se produzca el miércoles por la tarde, España espera marcar su posición en el escenario global, destacándose en una serie de reuniones bilaterales y debates que atañen directamente al presente y futuro de la nación y del mundo. La presencia española en la ONU, un mensaje claro de que, a pesar de las turbulencias políticas internas, el país sigue teniendo un papel crucial en la esfera internacional.