Durante su discurso en la 78ª Asamblea General de la ONU, el presidente argentino abogó por el fin de los bloqueos a Cuba y Venezuela, y criticó fuertemente las políticas del FMI.
En el marco de la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, el mandatario hizo un llamado a poner fin a los supuestos bloqueos que enfrentan Cuba y Venezuela y no escatimó en críticas hacia el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Durante su intervención, el presidente señaló con severidad el bloqueo sostenido a Cuba, calificándolo de “inadmisible”. Fernández se dirigió a la comunidad internacional demandando “la exclusión de Cuba de la lista de países que supuestamente patrocinan al terrorismo internacional”. En sus propias palabras, Fernández articuló una fuerte defensa hacia la nación caribeña.
De igual forma, dedicó una parte de su discurso a la situación de Venezuela, abogando por el cese “de inmediato de las sanciones impuestas por los Estados Unidos a Venezuela”. Fernández argumentó que estas medidas solo han “lastimado las condiciones de vida para los venezolanos y condujo al exilio a millones de ellos”.
Estas sanciones han sido impuestas por la comunidad internacional sobre todo a personajes del régimen de Nicolás Maduro por violaciones a los Derechos Humanos, entre otros asuntos críticos.
Aprovechando el estrado global, Fernández también expresó su preocupación por lo que está sucediendo en Guatemala, aunque no entró en detalles específicos sobre los sucesos que le causan inquietud en ese país.
El discurso del presidente argentino no se quedó solo en temas geopolíticos; se aventuró a abordar temas de justicia social y económica a nivel global, reiterando una necesidad imperante de promover la justicia social en el mundo, una preocupación compartida por sus homólogos de Cuba y Colombia.
Fernández no dudó en lanzar críticas severas al FMI, el cual, según él, no ha demostrado voluntad para adaptarse a un mundo que reclama más equidad. Un mundo que ha visto “profundizar la desigualdad y la miseria”, exacerbadas por políticas ortodoxas impuestas por la entidad financiera global.
En un remate a su intervención, Fernández dejó clara su posición ante la política financiera del FMI con respecto a las tasas de interés: “El FMI no puede subir sus intereses cada vez que la Reserva Federal de Estados Unidos sube sus tasas para contener la inflación de su país”.